La Gerencia de Urbanismo propugna la conservacion de las colonias de hotelitos

La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid tiene la intención, contra lo que pretendieron anteriores administraciones municipales, de conservar y consolidar urbanísticamente las colonias de hotelitos que existen insertadas en la malla urbana de la ciudad, según se desprende de la aprobación dada por el pleno municipal del viernes de la semana pasada a una propuesta de los responsables urbanísticos del Ayuntamiento en este sentido.

Para la Gerencia existe una política previa con respecto a la ciudad, según la cual se evite «al máximo la destrucción del patrimonio edificado existente» y se revise «el ordenamiento vigente, causante, en último término, de la situación tan insatisfactoria a la que ha llegado el urbanismo madrileño».Según ese criterio político, no es necesario que se siga produciendo el despilfarro económico que ha sido característico de los últimos años: echar abajo lo que todavía era perfectamente útil, para construir en su lugar un nuevo edificio que producía, de forma inmediata, unas plusvalías para el propietario del terreno y, por ende, de la nueva construcción. Existen en Madrid multitud de edificios que son perfectamente utilizables y sobre los que no pesa ningún tipo de argumento que pueda permitir su demolición. Sin embargo, esos edificios han sido sistemáticamente derruidos para construir en su lugar otros nuevos.

En muchos de esos casos de construcción de nuevos edificios se han dado circunstancias urbanísticas por las que se podía aumentar el volumen de construcción de la nueva edificación en función del planeamiento existente. Dicho de otra forma, en el solar que ocupaba un pequeño chalé -una vivienda unifamillar, en el argot técnico- pueden construire, en la mayoría de los casos, según el Plan General, viviendas de altura. Es decir, la mayoría de las colonias de hotelitos que hoy existen en la ciudad se encuentran «fuera de ordenación», lo que equivale a decir que, una vez desaparecidos, en su lugar podrían aparecer -gracias al nuevo, planeamiento- torres de varias plantas de altura.

Lo que Gerencia pretende es, pues, que los hotelitos existentes en la ciudad -que ya corrieron un serio peligro en tiempos de Juan de Arespacochaga al frente de la alcaldía madrileña- sean conservados en tanto que el nuevo Plan General madrileño, que nacerá de la revisión del actual, consolide la situación de todas esas edificaciones.

Para que esa pretensión sea posible, se hace necesario que el Plan General hoy vigente -que data de 1963- sea modificado parcialmente para evitar que la falta de interés demostrado por éste hacia las viviendas unifamiliares concluya con su demolición. Según el Plan General de 1963, las colonias de hotelitos son algo a desaparecer de la trama urbana: «En general, este tipo de edificación, tiende a reducirse por la presión constante para su transformación en vivienda de carácter colectivo», puede leerse en la memoria del Plan General.

Esa modificación del Plan General, que ha de propiciar la conservación de las colonias de hotelitos, es la que aprobó el pleno municipal en su sesión del pasado viernes, con lo que queda abierto un nuevo proceso para este tipo de urbanizaciones típicas madrileñas, después de los avatares sufridos en los últimos años.

El peligro mayor de desaparición de las colonias de hotelitos se dio en el año 1977, cuando, por iniciativa municipal, comenzó a tramitarse una modificación de la ordenanza 4, por la que se rigen, urbanísticamente, este tipo de construcciones. Según aquel proyecto -en línea con el espíritu del Plan General-, las colonias de viviendas unifamiliares son algo a desaparecer y se imponían las bases sobre las que esa desaparición debería darse. Sin embargo, el propio Ayuntamiento desistió de la tramitación de tal modificación.