Un profesor de enseñanza media

ha sido condenado a tener relaciones sexuales con su mujer por un tribunal rabínico de la ciudad israelí de Haifa. El matrimonio no mantenía relaciones desde hace ocho meses, y en el plazo de tres, sus componentes han de comparecer ante el mismo tribunal para informar sobre su situación.La demanda sobre la prolongada abstinencia del marido fue planteada, claro está, por la mujer, quien señaló en su denuncia que en el resto de las obligaciones matrimoniales, el esposo «es un marido perfecto que trata de preservar la armonía familiar».

El marido, de 32 años, se ha justificado diciendo que ya no desea a su mujer. Pero los jueces han sido tajantes y han aplicado lo que predica el Talmude: «Los esposos han de tener relaciones sexuales continuadas, salvo en casos de fuerza mayor.» La multa está en consonancia con la edad de la ley talmúdica, redactada el año 600 antes de Jesucristo: el esposo de abstinencia recalcitrante ha de pagar 36 piezas de oro como parte del castigo. El cumplimiento del resto de la pena sólo lo podrá certificar su mujer.