Dos personas, muertas de un disparo de escopeta y una puñalada
Dos personas han resultado muertas en Madrid de forma violenta en el transcurso de los dos últimos días. Un joven de diecinueve años, José Antonio Picazo, ingresaba cadáver el jueves por la tarde en la residencia sanitaria Primero de Octubre, tras recibir un disparo de posta en el cuello. Ayer por la tarde era otro joven de veinte años, Luis Mariano Salinero, quien fallecía en La Paz, tras ser apuñalado en una cafetería de la calle del Almirante Gravina.El primero de estos sucesos ocurrió en un descampado existente entre el cerro de los Angeles y la carretera de San Martín de la Vega. José Antonio Picazo se encontraba tomando el sol en compañía de sus padres y dos hermanos cuando fue efectuado con una escopeta un disparo de posta que le alcanzó en el cuello y el hombro, sin que pudiera hacerse nada por salvarle la vida, pese a su rápido traslado a la residencia Primero de Octubre, donde ingresó cadáver.
Su madre ha declarado a la policía que después de escuchar el disparo que hirió a su hijo vio huir de forma precipitada a tres individuos que, por el momento, no han sido identificados. La policía realiza gestiones en este sentido.
Muerto de una puñalada
El segundo suceso mortal se produjo hacia las seis de la tarde de ayer en la cafetería Desirée, situada en el número 10 de la calle del Almirante Gravina. Luis Mariano Salinero se encontraba en la barra tomando una consumición, junto con su padre, cuando penetró un individuo que entabló con ellos una fuerte discusión. A los pocos minutos sacó un machete y apuñaló con él a padre e hijo.El joven ingresó cadáver en la residencia La Paz, mientras su padre era atendido de lesiones graves en el Hospital Provincial. El autor del homicidio ha sido identificado como Francisco Javier Rodríguez Lozano, alias el Lejias, que dos meses atrás ya fue denunciado por el padre de la víctima por lesiones producidas al fallecido.
La policía entiende que puede tratarse de un ajuste de cuentas, ya que el herido llevaba también un cuchillo que no pudo llegar a usar, y el muerto tenía un palo de los usados en las artes marciales.
