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inéditos, que indican que una de las hijas del último zar de Rusia, Nicolás II, falleció en Roma hace nueve años, hacen pensar que podría surgir un nuevo caso Anastasia, según asegura la agencia Efe, que ha tenido acceso exclusivo en Italia a los citados documentos. Al parecer, la hija de Nicolás II vivía con una falsa identidad y era la gran duquesa María Nicolaievna, tercera de las cuatro hijas del zar, nacida en Peterhof (Rusia) el 14 de junio de 1899 (según el calendano ortodoxo, equivalente al 26 de junio de nuestro calendario). Para la historia oficial, sin embargo, Nicolás II, su esposa, su hijo y sus cuatro hijas fueron muertos por los bolcheviques en la noche del 16 al 17 de julio de 1918. El documento principal sobre la gran duquesa María es una carta autógrafa de la misma, en francés, fechada en Bruselas el 10 de febrero, unos diez meses antes de su muerte, y dirigida a su nieto el príncipe Alexis d'Anjou-Durassov Dolguroky, quien reside actualmente en Madrid. La letra de esa carta es idéntica a la del breve testamento ológrafo de la misma, otorgado también en Bruselas, con fecha 16 de abril de 1970, para instituir a su referido nieto como «legatario universal». Las dos identidades falsas bajo las cuales vivió la gran duquesa María fueron la de «condesa Ceclava Czapska», que le dio el Gobierno ucraniano, y la de «condesa Di Founo», el italiano.

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