Una cooperativa en la zona de la reforma agraria

Es una más del medio millar de cooperativas que dan empleo a más de 55.000 trabajadores agrícolas en la zona de la reforma agraria. «La Flor del Alentejo», unos quince kilómetros al oeste de Evora, en la freguesía de San Miguel de Machede, es un vasto conjunto de 43 antiguas propiedades expropiadas, de las cuales dos terceras partes estaban sin cultivar.Seis mil hectáreas de buenas tierras emplean a 285 trabajadores., todas las manos, útiles -hombres y mujeres- de la pequeña freguesía. «Aquí no hay nadie en el paro. Antes estas mismas tierras sólo daban empleo a sesenta personas», afirma orgulloso Lionel Malacueca, la cincuentena bien llevada, miembro de la comisión de gestión de la cooperativa. Cada mes, la asamblea general, compuesta por todos los trabajadores, ratifica las decisiones y las cuentas de la comisión de gestión.

Han introducido nuevos cultivos -tomate, arroz y forraje- y han doblado el número de cabezas de ganado en tres años: ahora tienen 6.000. Los ingresos del año pasado fueron de veintiún millones de escudos. «Pero todavía no estamos en condiciones de cumplir lo dispuesto en el último decreto sobre alzas salariales.» El decreto en cuestión establece los salarios en 7.000 escudos y fija un mes de vacaciones. De momento, sólo tienen ocho días al año.

La ley Barreto ya llegó aquí también. Hace ahora justamente un año fue devuelta a su antiguo propietario una «reserva» de 1.390 hectáreas. Los trabajadores se vieron obligados a entregar también vacas, abonos, simientes y otras mejoras que el antiguo propietario no tenia, todo ello por valor de cuatro millones de escudos. El caso está en los tribunales. «Lo primero que hizo el antiguo propietario fue vender todo eso y dejar las tierras casi como se encontraban antes de la reforma agraria», dice Malacueca.

Un trabajador que almuerza en un descanso de la recogida de la aceituna esboza una sonrisa y no responde cuando se le pregunta sobre lo que va a ocurrir con la reforma agraria después de las elecciones. «Nos defenderemos», dice finalmente.