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España suscribirá el próximo mes varios códigos del GATT

España suscribirá antes del 31 de diciembre del presente año algunos de los códigos surgidos de las negociaciones multilaterales conocidas como Tokio Round. La delegación oficial española, del Ministerio de Comercio, presente en Ginebra, señaló que suscribirá los códigos concernientes a los «obstáculos técnicos al comercio», antidumping, productos lácteos (leche en polvo), y el referente al marco jurídico del GATT sobre normas para los paises en desarrollo e imposiciones de restricciones- cuantitativas por razones deficitarias de las balanzas de pago.

La oferta española, desde el punto de vista de los aranceles aduaneros, significa más que nada una consolidación de los derechos arancelarios para el 50% de los productos industriales correspondientes al año 1978, deduciendo la importación de petróleo.Nuestros esfuerzos -afirmó la delegación española- están encaminados, sobre todo, no a las rebajas de aranceles, sino al compromiso de no subir estos derechos.

En la posición de España, frente a los acuerdos alcanzados en las negociaciones multilaterales Tokio Round, se hace ostensible una conducta de máxima prudencia, frente a la expectativa de adhesión a la Comunidad Económica Europea.

Con respecto a la queja formal presentada por Estados Unidos contra España, en el marco del GATT, que reclama la liberalización del comercio del aceite de soja, los criterios dentro de la representación española aparecen divididos. Días atrás, el embajador español ante los organismos internacionales en Ginebra, Fernando Benito, declaró que esta queja «no tenía importancia», mientras ayer, Pedro Solbes, director de Política Comercial, del Ministerio de Comercio, se entretuvo con la prensa, explicando la complejidad del problema, frente al cual, estimó, la posición de España resultará razonable, de someterse la queja estadounidense a un tribunal de expertos a fines de enero.

Con respecto a los problemas subsistentes con Brasil, por la importación de café, el tema se centra en el hecho de que España privatizará a partir del primero de marzo dichas importaciones, lo que involucrará una variación en los aranceles, motivo de la protesta brasileña. Según Pedro Solbes, se trata por ahora de una protesta teórica, que, en todo caso, no alcanza el artículo 23 del GATT, que dispone la creación de un tribunal para dilucidar las diferencias, como ocurre en el caso de la queja de Estados Unidos.

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