Multa a Firestone por el cierre de una factoría en Suiza
La oficina de conciliación del cantón helvético de Bale-Campagne, encargada del proceso iniciado por sus 515 trabajadores contra la filial suiza de la multinacional americana Firestone, que dejó de producir cerrando sus puertas hace más de un año y medio, decidió multar a la filial en 2,6 millones de francos (unos cien millones de pesetas), que serán repartidos entre los trabajadores.Los trabajadores en, su querella habían pedido trece millones de francos, por concepto de salarios atrasados, y una «multa convencional» de 3,5 millones de francos. La suma acordada por el tribunal, aunque muy inferior a, la solicitada por los querellantes, es la más alta fijada por un tribunal suizo a raíz de un conflicto de trabajo.
El tribunal juzgó unánimemente que la empresa no había respetado sus compromisos contractuales, estimando «particularmente grave» que la dirección americana de la multinacional no haya advertido de su decisión de cierre de la filial a los trabajadores con un plazo superior o prudente.
Los ejecutivos de la multinacional dieron aviso del cierre de la filial suiza con sólo sesenta días de anticipación, medida que se concretó en forma inflexible, a pesar de las gestiones que hicieron ante los responsables de la casa matriz, en Estados Unidos, autoridades gubernamentales suizas.
La ejecutiva de la multinacional dio como argumento que el mercado suizo no justificaba seguir produciendo neumáticos y que la revaluación del franco hacía imposible la competitividad en los mercados extranjeros de los productos fabricados en la filial helvética.
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