La asamblea no levantó la sanción a los atletas
La sanción a los atletas que no aceptaron participar en los Juegos Mediterráneos no fue rebajada por la asamblea nacional, que finalizó el domingo, en Madrid. La votación mostró irregularidades, hubo intento de pucherazo y muchas ganas de acabar, porque una comida esperaba en un restaurante de cuatro tenedores. Para colmo, diversos presidentes provinciales abandonaron la asamblea antes de concluir la misma, cuando tienen la obligación de defender los intereses del atletismo.
El tema principal de la segunda jornada de la asamblea era el posible perdón a los atletas suspendidos de beca por lo que resta de año. Pidieron en su día el cese o la dimisión de Rafael Pajarón. Como éste se mantuvo en su puesto, se negaron a competir en Split. La Federación, como dijo Pajarón al dimitir, ha dado la razón a los atletas. Sin embargo, éstos siguen sancionados y queda pendiente sobre ellos una resolución del Comité Olímpico Español, algunos, de cuyos miembros quieren inhabilitarles olímpicamente para disciplinar a los deportistas y así evitar, en su día, que no les presenten problemas, pues no hay que olvidar que los componentes del COE son los presidentes de federaciones nacionales.El perdón a los atletas se planteó sin debate previo -eran ya las dos y media de la tarde y De Hoz repetía que se hacía tarde-, con un censo de 210 votos, por haber abandonado la asamblea numerosos presidentes provinciales. La votación dio como resultado 93 abstenciones -entre ellas la de Guillén, representante de los clubes-, 49 a favor y 76 en contra. La presidencia dijo que se denegaba la propuesta, sin observar que la suma de votos era de 218 en lugar de 210. La repetida insistencia de Juan Carlos Blanco, presidente de Madrid, para declarar nula la votación, porque no cuadraban las cuentas, se impuso al fin ante el disgusto de los asambleístas. Ballesteros, responsable de la selección nacional femenina, pidió votación secreta. Le contestó, sin razón, el asesor jurídico que no podía ser reglamentariamente. Ballesteros demostró que sí, y entonces se alegó que tenía que aprobarlo previamente un tercio de la asamblea, como así lo hizo. Se procedió a la votación secreta, ya con el abrigo puesto y con la mano en la puerta de salida y el resultado fue de setenta abstenciones, 49 votos a favor y 91 en contra. Y pese a todo, la votación fue irregular, porque no se admitió la propuesta de Juan Carlos Blanco, en el sentido de que el presidente de Avila no podía votar, pues su provincia no tiene clubes legalmente constituidos, cuando en los estatutos se especifica que, si se da este caso, no tendrán derecho a voto los presidentes implicados.
La impresión que ofrecieron la mayor parte de los asambleístas fue penosa. Al margen sus prisas por acabar, hubo recelos entre ellos, y si uno invertía media hora el leer las propuestas que todos tenían ante sí, porque previamente se las habían facilitado, el siguiente no era menos. Así se consumió el tiempo en temas de menor trascendencia y, en cambio, para la sanción a los atletas se dedicó un espacio mínimo. Carlos Gil tendrá que empezar a trabajar con dieciocho atletas que están sancionados.
Los campeonatos nacionales al aire libre, en Madrid
Otros temas tratados y aprobados fueron las sedes de las diversas competiciones oficiales que se tendrán que celebrar en España la próxima temporada. En Madrid se organizarán los campeonatos nacionales al aire libre, y en Oviedo, al igual que el año pasado, los de pista cubierta. San Sebastián, Barcelona, La Coruña, Málaga y Laredo -Campeonato de España de Maratón- serán las restantes sedes de diversas competiciones nacionales.
También se acordó solicitar al Consejo Superior de Deportes un presupuesto de 250 millones de pesetas, en lugar de los 216 concedidos. Se considera que el aumento del 14,42% es insuficiente y no responde al alza del coste de la vida. Este año, con 188 millones, habrá un déficit de un millón.
El estatuto tipo del Consejo Superior de Deportes no se trató. «No tenemos ya apenas tiempo y solicito un voto de confianza», manifestó De Hoz a la asamblea, «ya que de lo contrario habría que tratarlo punto por punto.»
Otro de los temas tratados fue el problema de las instalaciones. La Federación Guipuzcoana manifestó que por las obras realizadas en Anoeta durante este año, la participación de atletas fue de un 67% con relación a la cifra de practicantes del año pasado.
Por último, Juan Manuel de Hoz aceptó el apercibimiento del voto de censura solicitado por la Federación Guipuzcoana. Las razones argumentadas fueron: «por no buscar siempre la máxima información de los asuntos a tratar, por actuar en determinadas ocasiones sin la debida cautela, lo que ha llevado a producir situaciones límite y por no respetar la independencia de entes existentes dentro de su Federación». La Federación Guipuzcoana también dio un voto de censura al acuerdo del consejo directivo de la Federación, en relación con la sanción a los atletas. El voto de censura, lógicamente, no prosperó.
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