Claudio Bastida
ya va siendo un misterio cuyo nombre habrá que empezar a escribir en cursiva, y no en negrita, como se acostumbra a subrayar la identidad nominal de las personas que existen. El señor Bastida es el supuesto ganador del presunto premio literario Heliodoro, dotado con unos fantasmales diez millones de pesetas y fallado por un jurado cuyos miembros jamás fueron conocidos por el público. Para hoy mismo el director de la editorial que se responsabilizó de publicar la novela premiada había convocado una rueda de prensa con Claudio Bastida. Ayer fue distribuido a los periódicos un escueto telegrama: «Suspendida rueda prensa Heliodoro. » El misterio sigue. O quizá se ha acabado precisamente en ese telegrama, tan misterioso como los restantes detalles, literarios o no, referidos a Claudio Bastida.
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