Las rabietas de Bonhof, excusa para volver a Alemania

La nueva situación conflictiva creada por el alemán Rainer Bonhof podría enmascarar los auténticos deseos de¡ jugador por regresar a su país. El Hamburgo, equipo del que es manager Gúnther Netzer, ya tanteó hace unas fechas esta posibilidad. Todo hace suponer también que el Valencia no pondría, llegado el caso, excesivos reparos a la marcha oficial del alemán, que no ha rendido lo que de él se esperaba. La cantidad que el Valencia aún no ha pagado a Bonhof en su plazo parece la excusa definitiva.

Después de que el presidente del Barcelona, José Luis Núñez, frustrara el traspaso del austriaco Hansi Krankl al Valencia, que parecía hecho, el club valencianista pudo gestionar la contratación del internacional alemán Rainer Bonhof. El jugador, como tantos otros llegados al fútbol español -Netzer, Stielike, Jensen, Simonssen- procedía del Borussia de Moenchengladbach. Entre sesenta y setenta millones costó la operación, mientras que Bonhof percibiría más de doce millones de pesetas por cada una de las tres temporadas que firmó.Su rendimiento deportivo puede catalogarse como flojo. En su primera temporada apenas entró en juego, aunque se achacó al tópico de la falta de adaptación. En la Liga marcó seis goles, dos de ellos de penalti, y en el torneo de Copa -que ganó el Valencia- hizo cinco. tres de penalti. Esta temporada sólo ha marcado un gol en la Liga, al que podría sumarse uno más en el partido de vuelta que el Valencia jugó ante el Glasgow Rangers, y en el que el lanzamiento de una falta por parte del alemán fue desviado por un jugador escocés.

Bonhof ha realizado estos días declaraciones, en las que asegura que el club no le ha pagado en los plazos previstos una parte de su ficha de este año, así como varias primas. En total, la cantidad que reclama el jugador no llega a los quince millones de pesetas. El Valencia no desmiente este extremo, pero justifica el retraso con el argumento de que no tiene obligación de hacerlo hasta el 30 de este mes. El Valencia tiene por costumbre pagar los primeros plazos a sus jugadores en diciembre, tras ingresar una fuerte cantidad de dinero al cobrar los abonos. A Bonhof, ciertamente, se le prometió de forma excepcional que se le pagaría a principios de temporada, aunque más tarde se le hizo ver la necesidad de posponer el pago a la fecha reseñada -entre el 15 y el 30 de noviembre- Bonhof ha aprovechado la coyuntura de que ha pasado ya el día 15 para protestar airadamente y señalar a algunos periódicos alemanes que está «hasta las narices» y que «o me pagan o me largo». Más sintomáticas resultan sus palabras de que, aunque le paguen ahora, su enfado seguirá, porque se ha incumplido la palabra dada.

Bonhof fue hace unas fechas uno de los cabecillas de los jugadores valencianistas que plantearon su disconformidad por el retraso en el pago de varias primas, entre ellas las 400.000 pesetas de la final de Copa. Por otro lado, también formó parte de la comisión que regularizó hace unas tres semanas los incentivos económicos entre club y jugadores. Pero, por encima de todo ello, se encuentra el deseo del jugador por volver a Alemania y, más concretamente, al Hamburgo, el equipo en el que milita el inglés Kevin Keegan, y del que Günther Netzer es el manager. Netzer quiere hacer un equipo potente para la Copa de Europa y ya planteó la posibilidad de repescar a Bonhof, puesto que el madridista Stielike le expresó su deseo de renovar con el club blanco. El Valencia no opondría tampoco excesivas dificultades a la marcha de Bonhof antes de tiempo.

En realidad, puede afirmarse que desde que Bonhof llegó al Valencia las posibilidades de un regreso rápido a su país han estado siempre en constante actualidad. La ocasión ahora parece la adecuada para que se produzca oficialmente si Bonhof persiste en su actitud.