"Europa necesita una alternativa progresista a la crisis", dice Azcárate
Comunistas, socialistas, cristianos, liberales y humanistas deberían hacer un esfuerzo en Europa para crear una alternativa progresista a la crisis, a fin de alcanzar el apoyo y el consenso de las grandes mayorías e incluso movilizarlas en acciones políticas unitarias. Esta es una de las conclusiones expuestas por el secretario de relaciones internacionales del PCE, Manuel Azcárate, en una conferencia pronunciada anoche en el Club Siglo XXI.Tras acotar el concepto crisis europea como «agotamiento del auge económico neocapitalista, que siguió a la derrota del hitlerismo al fin de la segunda guerra mundial», dijo que en la actualidad esa crisis se ve acompañada de fenómenos extraeconómicos, tales como crisis política y de Estado, crisis de las ideologías y crisis del sistema de relaciones internacionales.
Para Azcárate, en 1929 entró en crisis el capitalismo liberal «a la antigua», mientras ahora está en crisis el capitalismo de remedios keynesianos, que hace poco aparecía como prometedor de abundancia y pleno empleo. A partir de algunos resultados electorales se dice que Europa «se derechiza», y en este sentido Azcárate atribuye dichos resultados a una argumentación sencilla: «puesto que la intervención estatal no ha impedido la crisis, suprimamos esa intervención, volvamos al buen capitalismo de papá. Tales argumentos, por superficiales que sean, impactan a amplios sectores de capas medias, para las cuales la intervención estatal se presenta sobre todo como impuestos, estorbos burocráticos, etcétera».
«Eso que dulcemente se llama neoliberalismo», prosiguió, «significa, y la señora Thatcher no lo disimula, reducir, debilitar el poder de los sindicatos, incluso de los reformistas. Implica cortes en la Seguridad Social, considerar el paro como un fenómeno normal, reducir el nivel de vida, etcétera. Es decir, choca no sólo con la vanguardia, sino con el conjunto de las fuerzas obreras y democráticas».
En base a ello, Azcárate se pronunció por la urgencia de una alternativa progresista, en la convicción de que, siempre según el conferenciante, la alternativa de izquierda a la crisis europea «queda fuera de la división en bloques militares».
