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El sofisma de la Leyland

«( ... ) Cabe pensar que todos o la mayor parte de los empleados de la Leyland conocían de antemano qué factorías van a ser cerradas y quiénes pod rían ser despedidos. Presumiblemente, estos últimos son los que se han negado a aceptar la reestructuración, mientras que el resto de los participantes en la consulta, sabiéndose ajenos a la medida, han optado por asegurarse la continuidad en el puesto de trabajo (de haber arrojado este original referéndum un balance negativo, la directiva hubiese propuesto al Gobierno el cierre de la empresa), aun a costa de sus propios compañeros.Es decir, el verdadero protagonista no ha sido otro que el instinto de conservación, cuya fuerza crece si se tiene en cuenta el alto índice de paro existente en Gran Bretaña en estos momentos. Y por eso el procedimiento nos parece un sofisma, puesto que la consulta no ofrece un resultado real, sino que el "éxito" lo justifican sobradamente la coyuntura actual y el falaz planteamiento con que se ha presentado a voto la propuesta, A nadie se le oculta que la crisis económica que nos ha tocado vivir exige a veces la aplicación de medidas tan drásticas como la reestructuración y el despido de un elevado número de trabajadores; pero lo inadmisible bajo cualquier punto de vista es que se utilicen argucias de este tipo y se juegue con la solidaridad obrera, con el único y superfluo objetivo de presentar ante la opinión pública la presunción, falsa presunción, de que la mayoría de los empleados han aprobado masivamente el despido de un buen número de ellos. ( ... )»

5 de noviembre

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