Huelga de hambre en la cárcel de Zamora

Cincuenta y siete presos políticos de la cárcel de Zamora están en huelga de hambre desde el 28 de octubre, en protesta por las condiciones que impuso el nuevo director de la prisión al tomar posesión el 16 del mismo mes, procedente de la cárcel de Basauri (Vizcaya).

La mayor parte de los huelguistas, 44 en total, pertenecen a los GRAPO. Otros once son del PCE (r) y uno de la Unión de Juventudes Antifascistas. Entre ellos se encuentran el secretario general del PCE (r), Manuel Pérez Martínez, y otros conocidos militantes ultraizquierdistas vascos, castellanos, gallegos y catalanes. Pocos días antes de iniciar esta huelga habían terminado otra similar en contra del Estatuto vasco y a favor de la amnistía total.

Según información recogida por EL PAIS entre los familiares de los presos y de sus abogados, el nuevo director de Zamora rebajó una hora del tiempo de patio a los presos; metió la Policía Nacional en la cárcel, ordenó cacheos continuos de las celdas; limitó el uso de las duchas a una hora diaria, y con agua fría; prohibió la entrada de materias primas para los trabajos manuales, dificultó las comunicaciones con los familiares y violó toda la correspondencia, incluida las cartas de sus abogados.

A raíz de la prohibición para comunicarse con la familia del preso Bermejo Villegas, empezó esta nueva huelga, que, siempre según las fuentes citadas, puede poner en peligro la vida de algunos presos. De ellos, siete ya no se pueden levantar de la cama y el médico de la cárcel los visita diariamente.