La Confederación de cuadros, contra la afiliación en sindicatos de clase

La necesidad de que los técnicos, cuadros y directivos (TCD) se sindiquen en una central de clase fue el objeto principal de un debate que sobre la problemática de los TCD organizó ayer en Madrid la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

Durante las intervenciones se patentizó la necesidad de definir lo que es un «cuadro intermedio», que representa en la actualidad el 20% de la población activa asalariada española.Frente a la afirmación de Manuel Garnacho (UGT) de que los TCD están utilizados por los empresarios, quienes les consideran un «aliado histórico en la organización de la producción» e «importante colchón amortiguador», el presidente de la Confederación General de Cuadros de España, Javier Garin, defendió la renuncia a ultranza de los TCD a la lucha de clases.

Entre los problemas que afectan hoy de modo más directo a los TCD en España, Manuel Olarte, director de personal de Unión de Explosivos Río Tinto, citó la proletarización creciente de aquel tipo de asalariado, la creciente inseguridad que los TCD sienten sobre su papel en la empresa y la valoración que ésta hace de su trabajo, el aislamiento en que se encuentran para defender sus intereses y la creciente pérdida del valor adquisitivo de sus salarios con el empleo de aumentos lineales derivados de los convenios colectivos.

En el debate, al que asistieron representantes de confederaciones de TCD de Francia, Italia y la República Federal de Alemania, las dos centrales mayoritarias españolas, Comisiones Obreras y UGT, sugirieron la necesidad de que estos asalariados se afilien a sindicatos de clase. Fernando María Nogués respondió en contra a esta posibilidad argumentando que la eficacia de la medida bien podría ser ineficaz desde el punto de vista de los TCD, que «tienen problemas específicos».

Sobre el tema de la creciente recesión en el poder adquisitivo de los salarios de los TCD, Javier Garín puntualizó que en la década 1968-1978, mientras al obrero especialista se le había incrementado su salario en un 480%, al mando intermedio, tomado como media de categorías de cuadros, en el mismo período de tiempo, se le había aplicado sólo el 250% de aumento.