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Reservas de Hanoi ante la conferencia de la ONU sobre Camboya

La convocatoria de la conferencia de las Naciones Unidas sobre la ayuda humanitaria a Camboya, que tendrá lugar en Nueva York, a partir del 5 de noviembre, tras obtener el viernes una buena acogida en Tailandia y Malasia, sigue sin suscitar ninguna reacción en dos países directamente afectados: Vietnam y Camboya, informa desde Hanoi la agencia France Presse.Para evitar toda politización de la conferencia, los funcionarios de las Naciones Unidas preparan la reunión de Nueva York con gran discreción. El objetivo de la ONU consiste en obtener 111 millones de dólares que le permitan llevar a cabo el programa de ayuda semestral elaborado por la Unicef y el Comité Internacional de la Cruz Roja, socorriendo a los 300.000 refugiados camboyanos instalados en Tailandia y al millón de camboyanos subalimentados.

El silencio de los Gobiernos de Hanoi y Pnom Penh ante esta iniciativa se explica por el dilema que les plantea. Por un lado, no se atreven a sabotear una reunión que podría contribuir a estabilizar la situación interna de Camboya, eliminando la amenaza del hambre, y permitiría a la URSS y a los demás países socialistas moderar el enorme esfuerzo que están haciendo para satisfacer las necesidades alimenticias de las poblaciones bajo administración del régimen de Pnom Penh.

Pero, por otra parte, consideran que la fórmula propuesta para la representación de Camboya (un representante de la Cruz Roja del actual Gobierno de Pnom Penli y otro del régimen de Pol Pot) acreditaría la tesis de la subsistencia de dos administraciones en el país, tesis con la que discrepa Hanoi. Los dirigentes vietnamitas temen también que una operación internacional de socorro sirva de pretexto para abastecer a la resistenciajmer roja realrupada en las provincias camboyanas fronterizas con Tailandia.

Por de pronto, el régimen provietnamita de Pnom Penh rechazó ayer la propuesta norteamericana de enviar ayuda alimenticia a Camboya por carretera. El comunicado de Pnom Penh considera inaceptable que los norteamericanos soliciten poder entregar la ayuda a todas las partes implicadas en el conflicto. El comunicado concluye afirmando que «los reaccionarios imperialistas exageran y dramatizan el hambre en Kanipuchea (ex Camboya) para hacer prosperar sus maniobras».

Tres senadores norteamericanos que estuvieron recientemente en Pnom Penli consideraron, por su parte, que un puente aéreo o naval no permitiría hacer llegar a Camboya más de 12.000 toneladas mensuales de alimentos, es decir, 8.000 menos de las que Camboya necesita.

Los observadores señalan que el régimen provietnamita de Heng Sarim quiere a toda costa evitar que la ayuda destinada a los camboyanos transite por las provincias occidentales de Camboya, que no controla, y en donde los guerrilleros jmer rojos podrían interceptar los convoyes.

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