Escepticismo ante la oferta guineana de devolver las propiedades de los españoles

Más del 90% de los españoles que residieron en Guinea Ecuatorial y regresaron a España a raíz de la independencia de este país no desean regresar, pese al reciente anuncio hecho por las autoridades de Malabo de devolver, condicionalmente, sus antiguas propiedades. Así lo afirmó ayer Marcos Rodríguez, presidente de la Asociación de Antiguos Residentes Españoles en Guinea Ecuatorial.Para el señor Rodríguez López, no existen garantías de la oferta de las nuevas autoridades guineanas -que consiste en la devolución de las propiedades a costa del reinicio inmediato de su explotación-, y la mayor parte de los antiguos residentes se inclinan hacia una indemnización por parte del Gobierno español a ellos y la devolución de sus propiedades a los guineanos, mediante subarriendo o la fórmula que en Madrid se decida.

Las causas de esta actitud, precisó el señor Marcos Rodríguez, se remontan a 1969, cuando empezó la repatriación de los residente españoles. A su vuelta de Guinea Ecuatorial -dijo-, más de 2.000 propietarios y empleados españoles que vivían allí se encontraron en España sin apenas ayuda de las autoridades. Únicamente se le otorgó un subsidio de 36 mensualidades de menos de 5.000 pesetas cada una, y la mayor parte de ello atravesaron enormes dificultades para su reinserción laboral y la de sus familias. La cifra global de afectados puede calibrarse, con mujeres y niños, en unas 6.000 personas.

En cuanto a los empleados agrícolas, forestales o comerciantes, con edades próximas a la jubilación -añadió-, en ninguna entidad se querían hacer cargo de su seguridad social, y distintas mutualidades se desentendieron de sus graves problemas. En esta situación se hallan todavía unas setenta personas, prácticamente desamparadas, de avanzada edad y que han tenido que recurrir a sus familias o a entidades humanitarias para poder vivir.

«No sería de extrañar que los que regresen se encuentren a los dos años, cuando Guinea Ecuatorial vuelva a funcionar desde el punto de vista económico, nuevamente despojados de sus bienes y en una situación similar a la que atravesaron en 1969, al abandonar el país», afirmó Marcos Rodríguez, para quien la actual situación guineana y la actitud de Madrid respecto a Malabo no permiten abrigar esperanzas sobre una solución satisfactoria para los españoles afectados. «En base a ello», concluyó, «lo mejor sería que se indemnizara y que el tema, después de la revisión de las situaciones en las que los antiguos residentes se hallen y su compensación, quedase zanjada.»

Por otra parte, las autoridades guineanas y españolas se hallan muy cerca de la equiparación monetaria entre el ekuele y la peseta, tras las conversacionel mantenidas