El lunes comienza contra seis destacados disidentes checoslovacos
El lunes comienza en Praga, en su tribunal Municipal, el juicio contra seis disidentes vinculados al movimiento Carta 77 y al Comité de Defensa de los Injustamente Perseguidos (Vons).
El juicio contra Vcalv Havel, Petr Util, Vaclav Benda, Jiri Dientsbier, Dana Nerncova y Otta Bednarova se sigue con especial interés en Occidente. Amnesty International ya solicitó el pasado mes de agosto la presencia de sus observadores en el juicio y otras organizaciones de defensa de los derechos humanos han solicitado igualmente la presencia de abogados que puedan asesorar la defensa. Los seis están acusados del delito de subversión -pueden ser conde nados a diez, años-, y a Petr Util, en base al artículo 98 (2-b) del Código Penal checoslovaco se le acusa además de «actividades contrarias a Its intereses del Estado».La filiación política de los seis encartados es diversa: Uhl es trotskista; Dientsbier, comunista con afinidad, al parecer, a principios del maoísmo; Havel, es un dramaturgo liberal y redactor de la Carta; Dana Nenicova, intelectual progresista; Vaclav Benda, católico, y Otta Bednarova, comunista, expulsada del partido en 1970, a raíz de las depuraciones masivas de los personajes comprometidos con la política reformista encabezada por Dubcek.
La semana pasada sus abogados defensores recibieron la notificación ofiicial de que estos seis disidentes serían sometidos ajuicio, en tanto otros cuatro, detenidos conjuntamente con ellos, Jiri Nemec, Jiri Ruml, Dana Nemecova y Jarmila Belikova, todos encarcelados en la prisión Ruzine, de Praga, están siendo sometidos aún a investigación judicial.
Carta 77 ha hecho pública una nota enviada al Gobierno checoslovaco en la que defiende a los seis acusados y exige que se les haga un juiciojusto.
El texto añade que las acciones emprendidas por los «cartistas» están dentro de la legalidad de la Constitución checoslovaca y del acuerdo firmado en Helsinki.
En la carta, se decía además que el juicio estaba viciado de antemano por las declaraciones del fiscal, poco después de las detenciones en marzo pasado, al decir que los seis incautados ya eran culpables, lo que constituye un intento de influir sobre la opinión pública distorsionando los objetivos y propósitos de los activistas.
En la misma nota, Carta 77 solicitaba al Gobierno que se permita la entrada en el país a los abogados que estén dispuestos a ayudar a la defensa, así como a los delegados que Amnesty International decida enviar al juicio.
Esta misma petición fue formulada hace dos días por el diputado checo-italiano del Parlamento Europeo, Jiri Pelikan, en el transcurso de una rueda de prensa en Bruselas, donde afirmó que el juicio del lunes en Praga viola los derechos humanos. Pelikan es el editor de la revista de oposición checoslovaca Listy, editada por el Comité Internacional contra la represión, que ha tomado a su cargo también la liberación de los seis acusados, algunos de los cuales, caso de Vaclav Havel es redactor asiduo de la revista trimestral.
Este juicio coincide con una campaña de las autoridades checoslovacas de represión de personas vinculadas al movimiento pro derechos humanos. Así se produjo en los últimos días la retirada de la nacionalidad a Pavel Kohout, el encarcelamiento del «cartista» Rudolf Battek y el ingreso forzoso, y posterior liberación, en un centro psiquiátrico del filósofo disidente Julius Tomin.
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