Los anunciantes confirman el descenso de audiencia de TVE

«De momento no saldrán los tractores a la calle», titula en su último número la revista especializada IP. Aunque los anunciantes no van a sacar los tractores, Leopoldo García Castán, presidente de la Asociación Española de Anunciantes (AEA) «va a recurrir contra las nuevas tarifas de televisión a todas las esferas y por todas las vías a su alcance. Este es el acuerdo adoptado por la asamblea extraordinaria de la Asociación, el pasado 25 de septiembre, en Madrid», se añade en la citada publicación.Veinte mil millones de pesetas en concepto de ingresos de publicidad a precios de tarifa -de los que se deduce aproximadamente el 18% por gastos de producción, primas, etcétera- es la cifra que la gerencia de publicidad de RTVE tiene previsto ingresar el próximo año. Se mantienen, por tanto, los ingresos de la presente temporada, pero con una diferencia: el número de anuncios se reduce; a partir del próximo enero, en un 40% y las tarifas se incrementan en el correspondiente 40%, según manifestó la gerencia en repetidas ocasiones. A principios de 1977 y de 1978, AEA y AMPE (Asociación de Medios Publicitarios de España) ejercieron, respectivamente, un boicot contra los aumentos de tarifas en TVE. Pero ahora las empresas anunciantes denuncian los hechos muy distintos, aunque complementarios: «La importantísima e injustificada subida de tarifas de publicidad en TVE» y «la situación general del medio».

Actualmente, el coste, por término medio, de un anuncio por millar de telespectadores es de cien pesetas, o, lo que es lo mismo, diez céntimos invertidos por cada telespectador. Mientras la gerencia de TVE aseguró que sus tarifas son rigurosamente competitivas con los precios de Europa, AEA afirma que el coste por millar de telespectadores será de 120 pesetas, que los precios se incrementan en un 50% (y no en un 40%), como asegura la gerencia, que el costo publicitario de TVE no es más barato que en otros países europeos y, por último, que el aumento de tarifas supondrá un 40% de inflación en el sector publicitario.

La subida de tarifas y disminución del número de anuncios en TVE redunda, según la gerencia, en beneficio de la audiencia y de los propios mensajes publicitarios. Medidas que, por otra parte, pueden contribuir, aunque tímidamente, a que la televisión estatal ceda algo en su competencia desleal con los otros medios de comunicación, la prensa en particular. Independientemente de estas consideraciones, los anunciantes apoyan su actitud en una crítica a la política del medio y al deterioro de la programación en los siguientes términos: «Desconocimiento de la programación futura, impidiendo una programación racional. Repentinos cambios de programación, que pueden significar cambios sustanciales en la cantidad y naturaleza dé la audiencia, sin posibilidad de ajustar la publicidad. Retrasos en los horarios de programación, con su repercusión en la publicidad.

Por lo que se refiere a la disminución de audiencia, muy grave percance, que pone en entredicho la actual gestión del medio, la publicación IP afirma: «Ya en los años 1977-1978 se había empezado a detectar, a través de los datos de Dym-Panel, un descenso de la audiencia televisiva entre amas de casa. La tendencia se ha visto confirmada a través de las distintas oleadas del Estudio General de Medios.» Los anunciantes señalan que de acuerdo con los últimos datos (abril-mayo de 1979), comparados con el mismo período de 1978, TVE ha experimentado las siguientes pérdidas, recogidas en el cuadro que publica IP y que oscilan entre un 6,7 % y el 9,9 % del total de telespectadores mayores de quince años.

El hecho de que TVE haya perdido, según los anunciantes, hasta el 10% de sus telespectadores, en determinados horarios, es todo un acontecimiento en nuestra televisión. Lo peor que podía pasarle a TVE y a su actual equipo directivo.