Tres heridos y varios detenidos en las fiestas del Pilar

Tres heridos y varios detenidos es el balance de los serios incidentes registrados en la plaza del Pilar de Zaragoza, minutos antes de la llegada de los Reyes de España, que acudían a tomar parte en la clausura de los congresos marianos que estos días se han celebrado en la capital aragonesa. Los incidentes, que no han podido ser debidamente aclarados hasta ayer, han provocado una situación muy tensa en la ciudad.

Los problemas comenzaron a primera hora de la mañana del día de la festividad del Pilar, cuando miembros de las doce peñas de la ciudad acudieron a la plaza de toros para tomar parte en la anunciada becerrada pública que iba a tener lugar, programada como solución arbitrada por la autoridad, gubernativa tras haber sido prohibidos, por el gobernador civil de la provincia, los encierros de vaquillas en plena calle.Cuando las peñas llegaron a la plaza de toros se encontraron con un gran despliegue policial en todo el recinto. Las Fuerzas de Orden Público impidieron la entrada de las peñas a la plaza, y fue entonces cuando se informó que hacía escasos momentos el gobernador civil había optado por prohibir todos los festejos de este tipo.

La actitud del gobernador despertó la indignación entre un amplio sector de las peñas, quienes se dirigieron en manifestación hasta la plaza del Pilar, a la hora en que había de dar comienzo la tradicional y masiva ofrenda de flores a la Virgen.

En los alrededores de la basílica del Pilar hubo varios conatos de manifestación, con gritos pidiendo la destitución del gobernador civil, Francisco Laína, por considerar que con sus extrañas actitudes de los últimos días estaba pretendiendo boicotear las primeras fiestas populares de Zaragoza.

Los manifestantes fueron rechazados inmediatamente por fuerzas de la Policía Nacional, que se emplearon con desusada dureza. Fruto de los enfrentamientos y las carreras fueron los tres heridos -uno de los cuales aún se encuentra hospitalizado- y las detenciones.

Poco antes, cuando el alcalde de Zaragoza, el socialista Ramón Sáinz de Varanda, tuvo noticia de que el gobernador había vuelto a prohibir otro acto programado dentro de las fiestas locales, dio a conocer un comunicado en el que condenaba tales acciones gubernativas, por considerar que eran atentatorias contra la autonomía municipal, y manifestaba su solidaridad con las peñas, las más directamente afectadas por la decisión del gobernador.

Posteriormente, y a la vista de los sucesos acaecidos en torno a la plaza del Pilar -en los que dos concejales tuvieron que intervenir cerca de los mandos policiales para evitar que se hiciera uso de los medios antidisturbios- el Ayuntamiento zaragozano optó por enviar un telegrama de urgencia al Ministerio del Interior solicitando el cese del gobernador Laína. El telegrama salía hacia Madrid a la misma hora en que el alcalde de Zaragoza recibía en la plaza del Pilar a los Reyes de España, en medio de un ambiente de especial tensión.

Por su parte, las doce peñas existentes en Zaragoza dieron a la publicidad otro comunicado relatando los hechos y exigiendo la dimisión del gobernador civil y del nuevo jefe superior de policía, Genuino Navales, que no hace ni una semana que tomó posesión del cargo. También piden que desaparezca la presencia de fuerza pública en las calles del centro de Zaragoza, cerradas estos días festivos al tráfico rodado.

A media tarde de ayer, la tensión seguía creciendo entre los peñistas y amplios sectores de la ciudad, sobre todo al observar que la Policía Nacional había vuelto a acordonar la plaza de toros para evitar la entrada de las charangas y de las peñas, las cuales han manifestado su propósito de mantener su decisión de que el gobernador dimita inmediatamente, y de hacerla pública en todo momento y en todo lugar, durante las próximas jornadas.

En medios políticos zaragozanos se sigue insistiendo en que asuntos de este tipo ponen constantemente en evidencia un ya largo enfrentamiento entre el gobernador civil de Zaragoza, Francisco Laína, y la nueva Corporación municipal de la ciudad, presidida por el socialista Sáinz de Varanda, y que los sucesos surgidos en torno al Pilar y a las vaquillas de fiestas han pasado a revestir una especial gravedad, dentro de esta presente guerra de celos políticos.

La situación puede enrarecerse aún más en las próximas horas, a la vista de las reuniones que están manteniendo las peñas de la ciudad, entre las que destaca un almuerzo conjunto en el patio de un antiguo cuartel, para el que han recibido los peñistas el obsequio de mil litros de vino.