Clausurada en Belgrado la reunión anual del FMI y Banco Mundial

La 34.ª reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial fue clausurada ayer en Belgrado con el tradicional discurso de su director ejecutivo, Jacques de Larosiere, quien volvió a hacer un final llamamiento a la coordinación de las políticas económicas y monetarias de sus 138 miembros para acortar el difícil período en el que está entrando la economía mundial.En una conferencia de prensa previa a su discurso de despedida a los casi 5.000 asistentes del encuentro, entre ministros, técnicos, asesores, invitados y periodistas, De Larosiere resumió con palabras optimistas el encuentro y señaló que, al menos en lo que se refiere a la posibilidad de salir dentro de un año y medio de la crisis, las noticias eran esperanzadoras.

De Larosiere no pudo, sin embargo, ocultar la atmósfera de pesimismo con la que comenzó la reunión y las sombrías perspectivas que se escucharon en los debates sobre las probabilidades de aminorar la difícil situación económica mundial, caracterizada por altas tasas de inflación, altos índices de desempleo e incapacidad financiera de los subdesarrollados para acortar diferencias con el mundo industrial.

A modo de resumen, De Larosiere interpretó que el tema inmediato de la reunión de Belgrado -la discusión y adopción de la llamada cuenta de sustitución»- no había recibido un aplazamiento. Por el contrario, De Larosiere dijo que dicha cuenta, que prevé la sustitución paulatina del dólar por un valor nuevo expresado en Derechos Especiales de Giro (mediante una operación a dos bandas), tiene ya la luz verde del consejo directivo del FMI y, por tanto, será desarrollada en sus aspectos técnicos en abril, durante la reunión del comité interno en Hamburgo.

No obstante, hay que destacar que los países menos inclinados a la institucionalización de esta cuenta consiguieron adjuntar a la misma una serie de condicionalidades sobre su rentabilidad, efecto sobre la liquidez internacional y discrecionalidad en su utilización. España, que defendió una posición conjunta de cautela junto a los países latinoamericanos en el tema, consideró útil, finalmente, el eventual establecimiento de la cuenta, si se salvaguardaban las condiciones descritas.

Aparte del problema de la inflación mundial, que ocupó las principales deliberaciones de la reunión, el encuentro de Belgrado tuvo también su especial trascendencia por la queja histórica presentada por los países en desarrollo frente a las repercusiones que sobre ellos tendrá la inmediata recesión mundial. Los citados países, por boca del comité de los veinticuatro, su portavoz, pidieron una mayor flexibilización en la concesión de los créditos del Fondo, una menor condicionalidad en los mismos y una ampliación de las facilidades financieras del organismo.

Por último, hay que destacar el impacto tranquilizador que la reunión tuvo sobre los mercados de cambio y del oro.