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Historia de un conflicto de intereses

Desde 1948, año en el que los terrenos hoy ocupados por el barrio del Pilar y su entorno estaban calificados como rústico-forestales, hasta hoy se han producido muchas modificaciones en esa zona de Madrid.En 1956, la Comisión de Urbanismo del Ministerio de la Vivienda declaró los terrenos encuadrados dentro del polígono La Veguilla-Valdezarza-Vertedero como expropiables con fines sociales. Sin embargo, una parte de ese polígono, precisamente el hoy ocupado por el barrio del Pilar, fue liberado de la expropiación. El beneficiario de esa liberación fue la firma José Banús, SA, quien promovió el plan parcial que fue aprobado definitivamente en julio de 1961. Las densidades de población que se reflejaron en ese plan superaban, en algunas zonas, las doscientas viviendas por hectárea. Posteriormente, el Plan General de Madrid, ya en 1964, recogía el plan de La Veguilla prácticamente sin modificaciones. En él ya se contempla la construcción de un centro comercial en La Vaguada.

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Definitivo: se construirá el centro comercial de La Vaguada del barrio del Pilar

Paralelamente, el Ministerio de Obras Públicas redacta el plan de la Red Arterial de Madrid, que es aprobado, tras una larga tramitación, en febrero de 1972. Ese plan contempla el paso del Cuarto Cinturón de Ronda por los terrenos de La Vaguada, entre el barrio del Pilar y la colonia de Mirasierra.

Ya en 1973, y a cuenta de una revisión habida en el plan parcial, comienza la oposición vecinal a la construcción del centro comercial. El grito de «La Vaguada es nuestra» une, en su lucha, a vecinos y a comerciantes. En mayo de ese año, José Banús segrega una parte de la zona que aún le quedaba libre y constituye la empresa Comercial El Pilar, SA, con 35 millones de pesetas de capital social. Poco después vende el 75% de las acciones de esa empresa a la francesa La Henin por unos 507 millones de pesetas. Esta empresa compró 80.000 metros cuadrados para la construcción del centro comercial, de los que cedería 12.000 al Ayuntamiento, de acuerdo con la ley del Suelo, y otros 16.000 para la construcción del centro cívico.

Es en 1975 cuando surge la primera acción importante del movimiento ciudadano en contra de la construcción de La Vaguada: son pintados treinta murales alusivos al tema por toda la zona. Durante todo el año siguiente, la protesta vecinal se sucede sin descanso y se llega al pleno municipal de abril, en el que se aprueba el estudio de detalle del centro, aunque el Gobierno Civil demora el acuerdo, sometiéndolo a dictamen de la Administración central.

El 30 de junio de 1978 se aprueba, por fin, en un pleno tenso y con la presencia masiva de vecinos en la tribuna pública, la construcción del centro.

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A pesar de que, en mayo de este año, Eduardo Mangada dice que el centro «tiene todos los requisitos legales», el 23 de mayo y el 7 de junio el Ayuntamiento publica sendas notas -una no oficial y otra oficial- en la que anuncia una moratoria en la construcción del centro de tres meses. La historia, hasta hoy, terminó ayer con el anuncio de que el centro será construido.

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