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Consumado el pacto parlamentario sobre el estatuto de RTVE

El estatuto de la radio y la televisión quedó definitivamente aprobado por el Congreso de los Diputados en la sesión plenaria de ayer, y a falta sólo de que pase por el Senado, en donde no es probable que se produzcan alteraciones, dado el alto nivel de consenso logrado entre centristas y socialistas, grupos que dominan políticamente en la Cámara alta. La elaboración pactada del estatuto hizo que fueran muy pocas las enmiendas mantenidas en el Pleno del Congreso y escasísimas las admitidas. Las máximas discrepancias correspondieron a los comunistas, seguidos de la Minoría Catalana, dentro del ambiente de acuerdo general entre todos los grupos parlamentarios.La mayoría de los artículos del proyecto de ley fueron aprobados por una amplia mayoría, próxima a la unanimidad, como resultado de la suma de los votos centristas y socialistas, a los que se adhirieron, según los casos, todas o algunas de las restantes minorías. Los grandes temas del estatuto contaban con el acuerdo básico no sólo de centristas y socialistas, sino también de los comunistas y las minorías autonomistas. El Grupo Comunista insistió, con escaso éxito, en el incremento de la participación del comité de empresa de RTVE en la toma de decisiones. Por su parte, la Minoría Catalana defendió posiciones encaminadas a favorecer a las comunidades autónomas en la regulación de las materias relacionadas con RTVE. Ni sus propuestas ni las de Coalición Democrática (CD) obtuvieron el respaldo de la Cámara.

El primer tema suscitado en el debate de ayer fue la composición del consejo de administración del ente público RTVE, integrado por doce miembros, elegidos para cada legislatura la mitad por el Congreso y la mitad por el Senado, mediante mayoría de dos tercios entre personas de relevantes méritos profesionales. Por la Minoría Catalana Miguel Roca pidió que las comunidades autónomas estuvieran representadas por un vocal. Por CD, Antonio de Senillosa solicitó que fueran ocho los vocales, en lugar de doce, y que se eligieran por mayoría simple.

El centrista Luis Apostua señaló que debía huirse de convertir el órgano citado en una junta de portavoces bis, y el diputado del mismo grupo, José Miguel Bravo de Laguna, destacó que la exigencia de dos tercios respondía a la necesidad de que los consejeros de administración cuenten con un amplio respaldo. «Si nos dejáramos llevar por inclinaciones partidistas», dijo, «aceptaríamos la fórmula de CD.» No fueron aceptadas las propuestas citadas.

El comité de empresa de RTVE

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Uno de los temas que acaparó la atención de la Cámara fue el de la presencia del comité de empresa en los órganos directivos de RTVE. La comunista Pilar Brabo defendió que los cinco representantes de los trabajadores que estarán presentes en los consejos asesores de Radio Nacional de España, Radio Cadena Española y Televisión Española fueran «elegido por el comité de empresa», por entender que este órgano representa a todos los trabajadores del medio. La socialista Elena Vázquez defendió, por el contrario, que tal representación pasara por las centrales sindicales, por representar éstas a los trabajadores del medio y a los del resto del país.

La enmienda comunista fue rechazada con veintiséis votos favorables, 241 en contra y una abstención, y se aprobó que los citados representates de los trabajadores sean designados por las secciones de las centrales sindicales más representativas, según criterios de proporcionalidad. En los pasillos se aseguraba que este texto respondía a un pacto UCD-PSOE, tendente a beneficiar a UGT en perjuicio de CCOO.

Tampoco fue aceptada la propuesta comunista de que el director general de RTVE necesite el «previo informe del comité de empresa» para el nombramiento del personal directivo de RTVE y de sus sociedades. El texto aprobado se limita a exigir criterios de profesionalidad y la notificación previa de los nombramientos al consejo de administración. Fue asimismo rechazada la propuesta -en este caso socialista y comunista- de exigir el informe de la representación de los trabajadores para el ingreso en situación de fijo en RTVE y la enmienda comunista sobre el informe preceptivo del comité de empresa para la formación profesional. En cambio, se aceptó que sea oído el comité de empresa para la adscripción de personal actualmente existente en RTVE a cualquiera de las sociedades estatales.

La propuesta de CD de que el director general de RTVE fuera propuesto por el consejo de administración al Gobierno para su nombramiento fue rechazada con la abstención socialista que, de haber votado con CD, habría volcado el signo del estatuto. Votaron a favor 32 diputados, 119 en contra y 102 se abstuvieron. El director general será nombrado por el Gobierno, oído el consejo de administración.

Derecho de rectificación

Una de las innovaciones del Estatuto de RTVE es el reconocimiento del derecho de rectificación, que corresponde a «quien sufriera lesión directa y expresa en sus legítimos intereses morales, en virtud de datos o hechos concretos contrarios a la verdad».

No fue aceptada la propuesta comunista de que la rectificación se produzca «en el mismo espacio» que dio origen a la misma. En cambio, sí se acogió la enmienda socialista, según la cual, «acordada la rectificación, habrá de ser emitida en un plazo no superior a siete días».

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