El francés Depailler deja el equipo Ligier

El francés Patrick Depailler, hasta ahora miembro del equipo Ligier de fórmula 1-pese a que lleva desdejunio inactivo a causa del gravísimo accidente sufrido mientras volaba con un ala delta-, ha dejado de pertenecer a la escudería francesa. La marcha del galo puede desencadenar el mercado tradicionalmente conocido como el baile de pilotos de fórmula 1.

La entrada de Depailler esta temporada como teórico primer piloto de Ligier coincidió con una sorprendente efectividad del nuevo monoplaza, al tiempo que sirvió como estímulo para Laffite, empeñado en demostrar a Guy Ligier, propietario del equipo que lleva su nombre, que él es tan rápido o más que Depailler y que no debería de haber distinciones entre los dos pilotos.Las dos primeras victorias, consecutivas -en las dos primeras carreras de la temporada- a cargo de Laffite, hicieron que Ligier dijese que entre sus pilotos no habría escalafones -daba la razón a su piloto de siempre-, lo que desencadenó una guerra abierta entre éstos, que en más de una ocasión se dedicaron a enzarzarse entre ellos, con el lógico perjuicio para el equipo, al producirse averías y salidas de pista que de otra forma no habrían llegado a pasar.

Mediada la primera mitad de la temporada, Depailler demostró estar ya hecho a su nueva montura. Los éxitos comenzaron a llegar, y Depailler se colocó, junto con su compañero -y rival- Laffite y los pilotos de Ferrari, Scheckter y Villeneuve, como uno de los cuatro candidatos al título mundial.

Sin embargo, su absurdo accidente en el Puy de Dome, mientras volaba en un deltaplano, le apartó brusca y repentinamente de la competición. Las múltiples fracturas en las piernas, brazos y costillas, y los destrozos en los tobillos, prácticamente machacados, obligaron a Depailler a sufrir varias intervenciones quirúrgicas y a seguir una lenta recuperación, de la que aún no ha salido.

Mientras, su compañero Laffite, prácticamente solo ya en el equipo, pese a la presencia del belga Jacky Ickx, siguió en la lucha por el título, al que tuvo que renunciar definitivamente tras la última carrera, en Monza, pero no sin haber luchado hasta el límite. Al mismo tiempo, Laffite, que se había hecho valer ante su patrón, decía a éste que para el próximo año sólo firmaría un contrato caso de ser él el primer piloto del equipo y siempre que hubiese trato discriminatorio en su favor. Nada de igualdades como las de esta temporada, que le sometían a una tensión desmedida.

Guy Ligier aceptó las pretensiones de Laffite y se puso en contacto con Depailler para comunicarle que, si quería seguir en el seno de su equipo para la próxima temporada, tendría que aceptar ser el segundo piloto, con todo lo que eso significa.

Depailler, después de sopesar detenidamente el ofrecimiento, ha respondido con una negativa. Podría pensarse que la respuesta es fruto del orgullo del piloto francés, lastimado en su arsor propio por esta decisión, pero la realidad es muy diferente. La cotización de Depailler como probador y técnico en la puesta a punto de un chasis es alta, y el francés ha recibido proposiciones para pasar a otro equipo. Concretamente de Alfa Romeo, que necesita alguien que sepa mejorar su actual coche, cosa que ni Brambilla ni Giacomelli han sabido hacer. El veterano Brambilla, con 42 años, optará por la retirada, mientras que Giacomelli podría pasar a ser el segundo piloto, tras Depailler, en el equipo italiano, si es que De Angelis no llega a ser fichado.

Otro de los aspirantes a entrar en el equipo Alfa Romeo, el italiano Riccardo Patrese, parece haber perdido toda posibilidad, por lo que, casi con toda seguridad, el fogoso piloto optará por renovar su contrato con Arrows.