El rey Hassan dirige unas importantes maninobras del Ejército marroquí
El Ejército marroquí lleva a cabo desde el viernes pasado unas importantes maniobras destinadas a comprobar el grado de preparación combativa de las tropas en caso de guerra con un país vecino, según fuentes diplomáticas de Rabat.
Los ejercicios en cuestión fueron ordenados por el rey Hassan II en tanto que comandante en jefe supremo del Ejército. Para mejor seguirlos, el soberano se trasladó el pasado fin de semana a la ciudad de Marrakech. Por la energía con que son realizados y la importancia que se les ha dado, estos movimientos parecen trascender el marco de los preparativos tácticos habituales.Decididas después del último ataque Polisario contra Lebuirat, estas maniobras deben confirmar al hombre de la calle, inquieto por la evolución de los enfrentamientos sobre el terreno, que por defender la integridad territorial marroquí, que naturalmente aquí nadie duda que incluye al Sahara occidental, Marruecos está dispuesto a llegar a la guerra.
Si los problemas sociales y políticos son considerados hoy casi insolubles, con unas masas cada vez más atraídas por los partidos que defienden sus intereses frente a una feudalidad y una derecha que hace gala de poca imaginación, en lo que al Sahara concierne la unanimidad está fuera de duda.
Aunque mal informado sobre la evolución real del conflicto en el plano internacional, y con un conocimiento deficiente de la realidad sobre el terreno, el ciudadano medio marroquí está convencido de que su Gobierno y el rey han hecho todo lo posible por intentar la negociación. Este «hacer todo lo posible», evidentemente, concierne a las múltiples ofertas lanzadas al presidente Chadli Benjedid para discutir la crisis.
Los militares marroquíes están, según se cree, preocupados por la posibilidad de que el norte de Mauritania se convierta, como Tinduf en Argelia, en un segundo santuario para el Frente Polisario y base de ataques contra el recién anexionado territorio de Oued ed Dahab.
De acuerdo con el análisis militar de la incorporación de esa zona, expuesto ayer por el diario Le Matin, se entiende que aunque las líneas marroquíes se han alargado considerablemente, el hecho de que Dajla sea una excelente base aeronaval, desde donde puede encaminarse por mar una fuerza capaz de intervenir en cualquier punto del ex Tiris el Garbia, representa una ventaja estratégica para Marruecos.
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