Más medallas en piragüismo
La incorporación del piragüismo por primera vez a los Juegos del Mediterráneo ha sido, naturalmente, positiva para España. A la medalla de oro del K-4 anteayer, en 500 metros, se unió ayer la de 1.000 (aunque con bastantes más diricultades de las previstas ante Italia), y también la del C-2 de Suárez y Magaz, favorecidos por la descalificación de los yugoslavos Ljubek-Nisovic. Decepción en el K-2, donde Del Riego-Vázquez debieron ser plata, como en 500 metros, tras los galos Lebas-Hervieu, pero fueron sorprendidos por los yugoslavos, y mucho más en K-1, con un Segarra hundido, a veintiocho segundos del tercer clasificado.
Fue normal la segunda medalla de bronce de la jornada, lograda por Misioné, en K-1, pues tanto el italiano Perri, como el yugoslavo Janic, ya fueron superiores -aunque en orden inverso, séptimo y octavo- en el pasado Mundial de Duisburgo. De todas formas, Janic, campeón mundial de larga distancia, 10.000 metros, pasó apuros ante el español, al que sólo aventajó en 1-27. Perri, diez segundos por delante de ambos, se mostró en una forma espléndida y fue el primer palista del equipo de cuatro italiano, que tras ir siempre segundo, sin agobiar al español, pudo darle un disgusto al final, al quedar sólo a 71 centésimas. Más o menos, como en c-2, donde Suárez-Magaz se impusieron a los galos por 63, aunque ya se pudieron dar por contentos con la descalificación de sus principales rivales, los yugoslavos, oro ya en 500 metros, que invadieron su calle increíblemente. Los españoles, no obstante, iban ya en cabeza y compensaron así su triste descalificación por el material en los mundiales.Las marcas, como en la jornada de ayer, fueron mejores que en Duisburgo, hecho evidente de las buenas condiciones del canal de Zaton.
Siguiendo con los deportes acuáticos, la vela española tuvo su cara y su cruz, aunque en esta también hubiera suerte. José Luis Doreste volvió a ganar la segunda prueba definn, mientras Blanco fue tercero, siempre detrás del regatista griego. El otro Doreste de la saga canaria, Gustavo,junto a Rigau, también repitió la segunda plaza en 470, tras los intocables galos Richer-Claude, y la lástima fue que Gutiérrez-Carda, con miedo a que una nueva salida prematura les supusiera la segunda descalificación, empezaron muy retrasados, y aunque remontaron muchas posiciones sólo pudieron acabar quintos. Los mayores problemas, después de su cuarta plaza en la primera prueba, fueron otra vez para Abascal y Noguer en flyng dutchman. Confirmándose el mal material español para la vela ligera, tuvieron que abandonar al rompérseles la driza del foque, un cable con seis hilos de un teórico buen acero. Su suerte, a continuación, fue que el jurado suspendió la tercera prueba, segunda en el día, al comprobar que había muchos barcos averiados a causa del fuerte viento reinante, fuerza cinco, desde por la mañana.
El patrón montañés, tras cambiar la driza, volvió a romper la nueva inmediatamente. Con el dominio de los franceses Bouet-Poirey, claros favoritos, y las segundas y terceras posiciones de italianos y yugoslavos, incluso el conseguir medalla se le ha puesto difícil al barco español en una categoría que parecía segura.
Donde sí se lograron dos medallas, de bronce, cumpliéndose lo previsto, fue en los pesos semimedios y medios de judo, a cargo del también santanderino Sanz Paz y del asturiano Cechini. Este, concretamente, demostró su categoría al perder sólo por un yuko de uki-otoshi ante el yugoslavo Obadov, medalla de oro aquí y mejor judoka yugoslavo por sus, medallas olímpicas y mundiales.
Natación
La natación se despidió de los Juegos Mediterráneos con un nivel discreto, pero con una nueva medalla de oro para España a cargo de Natalia Mas, en los 100 libres y un récord nacional en los 4 X 100 estilos, gracias sobre todo a un espléndido relevo de López Zubero en mariposa; el nuevo récord queda en 3-57-57.
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