Washington ordena la inspección de los DC-9

Las autoridades aeronáuticas norteamericanas ordenaron ayer a todas las compañías aéreas del país que revisen sus aparatos DC-9 con carácter urgente. La decisión de la Administración Federal de Aviación sigue al accidente, el pasado lunes, de un DC-9 de Air Canada, que tuvo que aterrizar forzosamente tras despegársele la cola.Según la Administración norteamericana, el accidente del aparato de Air Canada, que no tuvo víctimas, se produjo porque esta compañía ignoró una orden de la McDonnell-Douglas, hace tres años, para que se revisara el ensamblaje de la cola del avión y se sustituyeran varios tornillos.

Ayer, cuando la Air Canada revisó toda su flota de DC-9, un avión birreactor de distancias cortas encontró otro aparato con fallos técnicos en el mismo sistema.

Se espera que, después de la orden de la Administración de Aviación norteamericana, casi todas las compañías mundiales de aviación con DC-9 en sus flotas se vean obligadas a hacer lo mismo. Iberia dispone de una treintena de dichos aparatos.

La McDonnell-Douglas es la fabricante también del controvertido avión DC-10, un trirreactor de largas distancias que ha sufrido dos accidentes fatales al despegarse un motor de una de sus alas.

Por otro lado, la compañía Boeing anunció ayer la venta de tres trirreactores de distancias medias 727 con destino a la compañía nacional de Kuwait, Kuwait Airlines. Asimismo, Air Canada ha comprado seis 727, mientras que Southwest Air Lines, de Japón, ha adquirido un 737.

Otra noticia de la industria aeronáutica es que el Estado francés puede ser el comprador de los dos últimos Concorde supersónicos no vendidos por el consorcio franco-británico que los fabrica. En caso de que París los adquiera, podría arrendarlos a la Air France para su explotación.