_
_
_
_

La aviación comercial resucita los dirigibles

Vuelven los dirigibles. En los proximos años, el cielo volverá a, estar surcado por dirigibles que, con la forma de enormes platillos volantes, correrán con gran parte del transporté aéreo de personas y mercancías. Ingleses, franceses, alemanes, norteamericanos y rusos se aplican febrilmente en la tarea de ultimar sus modelos de «autobuses voladores» que podrán sertifilizados comercialmente dentro de dos años. Se trata del tercer nacimiento de los dirigibles. En la era de los aviones supersónicos, es más el interés comercial que la eterna nostalgia de los legendarios zeppelines, lo que ha provocado su resurgimiento. Escribe Félix Monteira

Son muchas las razones que han impulsado la fabricación de dirigibles para su inmediata utilización comercial. La necesidad de ahorrar energía, la reducción de los niveles de contaminación y la necesidad de reducir costos en un momento de crisis energética generalizada, proporcionan claras ventajas a los dirigibles frente a los aviones actuales. El empleo de los «más ligeros que el aire» supone un ahorro de un 60% en combustible y una mayor capacidad. Además no precisan de infraestructura de transporte: cualquier descampado espacioso sirve para su aterrizaje o despegue y los problemas de amarraje están más que resueltos por la moderna tecnología. El problema de escape de helio a través de su envoltura está también superado.Al tratarse de una tecnología tradicional, suficientemente experimentada, la construcción de los modernos dirigibles no plantea problemas técnicos. Por otra parte, su continuado uso, desde la segunda guerra mundial, con fines militares y de observación meteorológica, significa que no se trata de un sistema desechado. En 1961, Estados Unidos construyó un dirigible nuclear, el Nuclear Air Ship, de trescientos metros de longitud y 350 toneladas de peso, con capacidad para transportar cuatrocientas personas con un confort equiparable al de un crucero de lujo. Pero entonces, el éxito de los grandes aviones comerciales (Jumbo, DC- 10, Tristar ...) y los intereses comerciales de las grandes compañías. arrinconaron la viabilidad del proyecto. Una vez más, el avión triunfaba sobre el dirigible. Ahora, las circunstancias parecen haber cambiado.

El barco del cielo

Británicos y franceses parece que serán los primeros en disponer de un dirigible que efectúe regularmente la ruta Londres-París. Su entrada en servicio está prevista para inicios de 1981. El prototipo una vez superadas las pruebas de navegación, está en fase avanzada de construcción. Para su fabricación se ha constituido una sociedad, cuyas acciones ya se cotizan en la Bolsa londinense.El primer Sky ship se asemejará a un enorme platillo volante, de 45 metros de diámetro y con una altura de siete metros en el morro y dieciséis en el centro. Dos veces al día transportará cien pasajeros entre Londres y París, en un tiempo levemente superior a las dos horas. Pero la comodidad es un factor importante: en el interior de la aeronave, los viajeros dispondrán de tiendas, bares, y de un espacio de tres metros cuadrados por pasajero. Y eso es sólo el principio. Pronto, las principa les capitales europeas estarán comunidadas entre sí por una verdadera flota de dirigibles. Y de los primeros modelos de cincuenta toneladas se pasará sucesivamente a modelos de 150 toneladas y hasta de quinientas toneladas, con capacidad para 5.000 pasajeros o para 3.000 y doscientos coches.

Los rusos están construyendo un autoba volador de 296 metros de longitud, 52 de diámetro, con más de tres millones de metros cúbicos de helio y una velocidad de crucero de 170 kilómetros a la hora. Su destino parece ser, el de transportar tropas a su frontera con China. Sin embargo, su versión civil, denominada «autocar volante de Siberia», podría transportar 1.800 pasajeros. Y otra versión comercial podría transportar el equivalente a dos trenes de mercancías de Moscú a Vladivostok en sólo cuarenta horas, en lugar de los siete días,que emplea el tren.

Otras tareas

Numerosos proyectos están siendo diseñados por las más importantes compañías del mundo.Y su utilidad no se reduce sólo al campo del transporte. Los «más ligeros que el aire » pueden ser empleados en tareas de vigilancia costera y observación, como bases de redes de telecomunicación y de televisión, e incluso como descomunales grúas en aquellos lugares en que por su inaccesibilidad no es posible el empleo de las, maquinarias tradicionales. Por otra parte, los proyectos de construcción de los superhelicópteros han sido abandonados ante las ventajas que presentan los dirigibles.Cada día, un mayor número de países se muestra interesado en las ventajas de los nuevos dirigibles. El último coloquio sobre dirigibles reunió a los representantes de 51 países. Nigería acaba de contratar a la compañía americana Westinghouse la construcción de enormes globos con la cuádruple misión de servir para la vigilancia y como transmisores de radio, televisión y teléfono. Firmas japonesas, francesas, inglesas y alemanas trabajan en proyectos de enormes autobuses voladores destinados a ser medios primordiales de transporte en países africanos y de América Latina. La escasa infraestructura de transporte con que cuentan estos países y el bajo coste de explotación proporcionan la los dirigibles una incontestable ventaja sobre la aviación comercial.

Con los modernos dirigibles, aquellos globos aerostáticos inventados por los hermanos Mongolfier y los impresionantes zeppelines recuperarán su historia. Antes de que los aviones comerciales hubieran surcado las aguas del Atlático, los zeppelines habían transportado más de 30.000 personas, con medias horarias de noventa kilómetros a la hora.

Si el Graf Zeppelin hubiera dispuesto de helio ininflamable, que Estados Unidos se negó a suministrar, en aquel viaje en que se incendió en el momento de tomar tierra, quizá el futuro de los dirigibles no hubiera quedado truncado. En opinión de los técnicos, el porvenir de la aviación está reservado a los aviones supersónicos y a los dirigibles. Si con la segunda guerra mundial, los intereses bélicos dieron preponderancia a la aviación, hoy, con toda probabilidad, las condiciones económicas ofrecerán su nueva oportunidad a los dirigibles.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_