Notable incremento de los robos la playa de Palma

La playa de Palma, con sus cuatrocientos establecimientos hoteleros, se ha convertido durante este verano en el centro de la delincuencia, pese a que desde el mes de julio la Policía Nacional habilitó en los bajos de un hotel una delegación especial y autónoma con personal y medios.Hace quince días, cuatro establecimientos hoteleros, dos de la playa de Palma y dos de la zona de Illetas, situada en la misma bahía de Palma, eran atracados por cuatro individuos que, amenazando a los conserjes de noche que se encontraban en dichos hoteles con una escopeta de cañones recortados, se apoderaron de 400.000 pesetas en metálico y joyas.

A estos atracos, cometidos entre las seis y las siete de la madrugada, se han añadido otros tres en las últimas horas en los hoteles Anfara, Canadá-Playa y Príncipe, de donde tres muchachos jóvenes, a cara descubierta, se llevaron a punta de navaja más de medio millón de pesetas en metálico y alhajas.

En el hotel Anfora, tras intimidar al conserje de noche con navajas, los atracadores se llevaron 20.000 pesetas que había en el mostrador. Minutos más tarde, en el segundo de los hoteles, tras reducir al conserje de noche, se llevaron 40.000 pesetas que había en un cajón, y, por último, en el hotel Príncipe, los tres individuos, tras maniatar al empleado de guardia, vaciaron las cajas de seguridad donde los clientes habían depositado su dinero, objetos de valor y documentos, calculándose que el importe de lo robado supera las 500.000 pesetas.

A estos continuos atracos hay que sumar la muerte causada el pasado jueves al joven José Romero Moreno, empleado en un hotel, que, al resistirse al ser robado por el procedimiento del «tirón», murió estrellado contra un coche al ser arrastrado por unos individuos desde un automóvil robado. Todos estos actos delictivos han creado un gran malestar en este zona de Mallorca, donde actualmente veranean más de 50.000 turistas, muchos de ellos, extranjeros.

En las últimas horas, y en la residencia Quinta del Sol, que el súbdito alemán Hans Georg Menheim, conocido industrial de alimentación en aquel país, conocido por «el rey del chocolate », posee en la playa de Formentor, fueron sustraídas joyas por valor de cincuenta millones de pesetas, mientras sus dueños cenaban en el puerto de Pollensa. Este ha sido considerado como el robo más importante, en cantidad, de toda la historia delictiva de Mallorca.