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La gestora del PSOE no ha recriminado a ningún líder del "sector crítico"

La comisión gestora del PSOE no ha hecho ninguna recriminación a miembros del llamado sector crítico del PSOE, sino que sólo existió una carta de tono oficial en la que se les preguntaba si formaban tendencia, prohibidas en el partido. La gestora recibió explicaciones satisfactorias. El eco alcanzado por la supuesta recriminación es consecuencia de las primeras escaramuzas que se registran de cara al congreso extraordinario entre las diversas corrientes. Dos líderes de éstas, Felipe González y Luis Gómez Llorente, asistieron recientemente a dos intentos de conciliación, que terminaron sin resultados.

Francisco Bustelo, Luis Gómez Llorente y Pablo Castellano no han recibido ninguna recriminación por parte de la comisión gestora del PSOE, sino tan sólo una carta de su presidente en la que se les preguntaba si encabezaban una tendencia en torno al Manifiesto de la izquierda del PSOE, y se les recordaba que los estatutos del partido prohiben la formación de tendencias.La carta fue enviada por el presidente de la gestora, José Federico de Carvajal, a raíz de la información publicada en EL PAIS el pasado 8 de agosto, sobre la preparación del manifiesto por un grupo coordinado de personas del partido, entre ellas los tres líderes citados. En ningún caso, según declaraciones de éstos, la carta debe ser considerada como una recriminación, sino tan sólo como una advertencia de topo oficial por parte de la gestora.

Anteriormente, Pablo Castellano había recibido otra carta de la dirección provisional, ésta sí en términos más severos, en la que se le decía que unas declaraciones realizadas a El Periódico, de Barcelona, contra ciertas personas del partido merecían el calificativo de injuriosas. También Francisco Bustelo recibió otra carta de la miembro de la gestora Carmen García Bloise, pero de carácter personal. Según el señor Bustelo, la carta -«un acto absurdo»- mostraba una notable irritación de la señora Bloise por sus posiciones.

El mismo día 9 de agosto, el señor Bustelo conversó telefónicamente con el presidente de la gestora, para tranquilizarle en el sentido de que el sector radical no formaba ninguna tendencia, sino que se limitaba a coordinar ideas de cara al congreso extraordinario. El señor Carvajal se dio por satisfecho con la explicación, tal como se ha publicado ya en la prensa, sin ser desmentido.

Además de esta carta, la comisión gestora ha mandado varios avisos a distintos militantes del PSOE, fundamentalmente para llamarles al orden y apaciguar polémicas agrias como consecuencia de declaraciones efectuadas a la prensa. Según fuentes del sector crítico, pertenecen a éste todos los llamados al orden, mientras ninguno extraño a él ha recibido comunicaciones de este tipo.

Según declaró ayer a EL PAIS el señor Bustelo, el fondo de la cuestión no está, sin embargo, en las declaraciones a la prensa más o menos airadas, sino en la formación de tendencias, frente a cuya posibilidad la gestora se muestra muy vigilante. La complicación del problema estriba en que, aun estando prohibidas las tendencias, los distintos sectores del partido se ven abocados a montar algún tipo de coordinación para maniobrar de cara al congreso, aunque todos se apresuran a afirmar que no existe grupo organizado.

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Negociaciones fracasadas

El mayor problema que se ha planteado al llamado sector crítico ha sido la imposibilidad de negociar con Felipe González, dado que éste, según fuentes del citado sector, se niega a concederle beligerancia y prefiere no reconocer su existencia, mientras se intenta aparentar que no pasa nada.

De cualquier forma, han existido ya al menos dos intentos de negociación entre Felipe González y Luis Gómez Llorente. Recientemente, ambos líderes cenaron en casa de Nicolás Redondo, secretario general de la UGT, que intentó mediar entre ambos. Después se celebró una segunda cena, esta vez en el domicilio del presidente de la gestora, Carvajal. Ambas reuniones acabaron sin resultados positivos.

En cuanto a ciertas especulaciones surgidas sobre un posible resquebrajamiento del llamado sector crítico, y más concretamente de los tres líderes que lo encabezan, éstos han manifestado que no existe ningún tipo de división, aunque tampoco forman un bloque monolítico, sino que opinan distinto sobre diversos aspectos de la crisis.

Así, Francisco Bustelo y Luis Gómez Llorente no ven con malos Ojos la opción de formar una ejecutiva de síntesis, mientras Pablo Castellano se opone rotundamente, ya que considera que una dirección de este tipo no podría funcionar como un equipo coordinado y, por tanto, no resolvería la crisis. Para el señor Castellano es preferible ir hasta el final con el proceso de clarificación, para que, una vez culminado, los militantes decidan la opción de partido a tomar.

Tampoco la presentación del Manifiesto de la izquierda ayudó a dar una imagen de fortaleza de la corriente crítica, porque al acto no asistieron Pablo Castellano, que había marchado a Badajoz para reponerse de un accidente de automóvil, ni, sobre todo, Luis Gómez Llorente, que no asistió a la rueda de prensa alegando que se encontraba enfermo. Pero, en opinión de los otros dos líderes, Gómez Llorente no se vuelve atrás, sino que se mantiene firme, y prueba de ello serían sus recientes declaraciones a Diario 16, en las que se ratifica sólidamente en sus posiciones.

Primeras escaramuzas

De cualquier forma, las noticias que han saltado últimamente a la luz pública sobre la crisis del PSOE deben ser consideradas como parte de las primeras escaramuzas de cara al congreso extraordinario, que se celebra a finales de septiembre. A los equívocos que originan los movimientos tácticos ante el congreso debe añadirse una notable confusión en el seno de los militantes.

En este sentido se asegura que se está muy lejos de una clarificación de los diversos sectores. Aunque aparentemente existe una corriente crítica, otra moderada y una llamada tercera vía, no existe un compromiso masivo de los militantes con ellas, lo que revierte en una gran fluidez de la situación, con preponderancias ocasionales y alternantes de los distintos sectores.

Sin embargo, incluso en medios del sector crítico se estima que el sistema de elección de delegados para el próximo congreso, que se hará por federaciones y no por agrupaciones locales, puede influir decisivamente en la composición del congreso y favorecer, en definitiva, al aparato del partido. El cambio del sistema de elección, realizado en el pasado congreso, pasó casi sin discusiones, en medio de la polémica del marxismo y la dimisión de Felipe González.

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