Aburrimiento

Ayer asistimos a una sesión más, de las que se han dado en llamar del ciclo veraniego, y que quizá resultó una de las más típicas. representantes de las que así se denominan.El volumen de negocio continuó fijado en volúmenes irrisorios, y la actividad en los corros resultaba sencillamente testimonial, por cuanto los cambios que se iban produciendo aparecían, como consecuencia del acuerdo, francamente poco trabajosos entre las escasas opciones compradoras y las perennes órdenes vendedoras, quienes prefieren realizar, aunque sea unos pocos títulos, aun a costa de ceder posiciones o no defender adecuadamente las ya establecidas. En esta época del año, suelen ser características, y así se han venido produciendo las operaciones de «maquillaje» de distintos valores. Efectivamente, la ausencia de público, órdenes, interés, y un largo etcétera de factores que suelen caracterizar la actividad bursátil ordinaria, son aprovechados por no pocos operadores encargados de la tutela de distintos títulos-valor, para realizar ajustes, normalmente al alza, en las cotizaciones de los valores por ellos gestionados, procurando absorber en la medida de lo posible el papel pendiente de materializar; pero, siendo en cualquier caso, la característica fundamental la discreción en su actuación.

Los cierres de los tres mercados, francamente poco esperanzadores, y en cualquier caso sometidos, dada la estrechez del mercado, a la acción de los profesionales.