Un año de suspensión a dos máximos directivos del Avilés

El Comité de Competición acordó sancionar con un año de suspensión a José Burgos Alvarez y Raúl Rodríguez Díaz, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Avilés, equipo de Tercera División, por conducta atentatoria al buen orden deportivo. El Comité adoptó esta sanción después de comprobar un intento frustrado de soborno en el partido Cacabelense-Avilés.La historia del asunto se remonta a hace varios meses. Al parecer, antes del partido citado, los dos directivos acudieron a los vestuarios proponiendo la posible compra del mismo. Para ello se pensó en ofrecer al jugador del Cacabelense, Rolando, la posibilidad de un futuro fichaje por el Avilés, así como a él y a sus compañeros la cantidad de 100.000 pesetas por dejarse ganar.

Para realizar estas propuestas se recurrió a un empleado del club, que fue el encargado de transmitirlas. Los jugadores se negaron a cualquier tipo de amaño, incluido Rolando, y el partido se desarrolló por los cauces deportivos normales. Posteriormente el caso fue denunciado por los propios componentes de la plantilla del Avilés, que realizaron su declaración previamente ante notario y la enviaron a la Federación. A varios de estos jugadores se les concedió luego la carta de libertad, de forma sorprendente puesto que habían real izado una buena campaña.

El Comité de Competición citó a los implicados en el asunto y finalmente decidió sancionar por un año a los dos directivos implicados. Fernando Vara de Rey, secretario del Comité, señaló a EL PAÍS, que «ha habido hechos probados de tentativa de compra del partido, lo que jurídicamente se llama frustración, puesto que en este caso no se consiguió ese propósito, pero por causas ajenas a la voluntad de los sancionados. Esto se califica como conducta atentatoria al buen orden deportivo».