Deterioro de las relaciones entre Alemania Federal e Irán
La República Federal de Alemania se enfrenta a una difícil crisis diplomática en relación con el Próximo Oriente. Mientras el Estado de Israel acusa a Bonn el distanciarse progresivamente de Tel Aviv, a consecuencia de su «política oportunista» con los países musulmanes productores de petróleo, su antiguo proveedor número uno, Irán, acusa a la prensa alemana de difundir informaciones falsas sobre el nuevo régimen de Teherán y de apoyar claramente los intereses del sionismo internacional.Según el portavoz oficial del Gobierno iraní, Sadeg Tabatabai, no sólo la prensa alemana ataca al régimen de Jomeini, sino que incluso los políticos, como el ministro de Economía, conde Lambsdorff, y el candidato a la cancillería por la Democracia Cristiana, Franz Josef Strauss, atacan sin piedad a los «tribunales de la revolución». Lambsdorff calificó recientemente de reaccionarios a los seguidores de Jomeini y de «progresista y democrático» al sha destituido, Reza Pahlevi.
El portavoz iraní, Tabatabai, ha atribuido también a los periodistas alemanes «el haberse llenado los bolsillos de recompensas del sha como pago de haber falseado la realidad político-social de Irán».
El portavoz oficial del Gobierno de Bonn, Klaus Boelling, informó ayer a la prensa que la RFA había presentado una protesta formal contra las atribuciones formuladas por Tabatabai contra, los informadores alemanes y contra Lambsdorff y Strauss.
Alemania Occidental intensifica estos días su acción contra los llamados «tribunales populares» constituidos clandestinamente por «jóvenes persas», y que intentan juzgar a antiguos confidentes de la policía política iraní, Savak. Ayer fueron detenidos dos iraníes en Kiel acusado de participar en un de estos tribunales fantasma. Para el portavoz de Bonn, su Gobierno no está dispuesto a tomar parte en una polémica «Irreal» sobre el contenido de las declaraciones de su colega iraní.
La "estrategia del petróleo"
En cuanto a las relaciones germano-israelíes, la «estrategia del petróleo» ha enfriado, sin lugar a dudas, los contactos entre Bonn y Tel-Aviv. Sendas declaraciones de Willy Brandt y Helmut Schmidt a medios informativos israelíes, en las que han insistido en la necesidad de que el Estado judío cumpla con lo establecido por las Naciones Unidas sobre las zonas ocupadas, fueron interpretadas a orillas del Jordán como un «olvido» de las obligaciones morales contraídas por Bonn tras la masacre de judíos durante el tercer Reich.Para el mes de septiembre se espera una visita del ministro alemán de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher a Israel en la que podría establecerse un nuevo punto de partida realista para las relaciones entre ambos países. Tel Aviv atribuye a Bonn mala fe en los sucesivos aplazamientos, que experimenta una anunciada visita del canciller Helmut Schmidt.
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