UGT defenderá incrementos del 4,5% o 5% en la revisión salarial

Unión General de Trabajadores propugnará una subida del 4,5% al 5,5% sobre los salarios reales, con efectos retroactivos a primeros de enero, en función de las cifras de aumento del índice de precios al consumo dadas oficiosamente por el Gobierno, según declaró a la agencia Efe Manuel Chaves, miembro de la ejecutiva del sindicato socialista.

La mencionada cuantificación, explicó el dirigente ugetista, se ha elaborado tras determinar la media salarial de 1979 respecto a la del 19781 y la media de precios a lo largo de 1979. La diferencia de estas dos cantidades viene a dar un 2,5%, que, multiplicado por dos, por considerar que debe tener efecto retroactivo, dan aproximadamente el 4,5 % o 5% mencionados.En este sentido, Manuel Chaves ha señalado que, a pesar de que estas cifras difieren con las propugnadas por CCOO, ambas Centrales mantendrán en los próximos días reuniones a nivel técnico, con el fin de llegar a un acuerdo en este tema de cara a llevar una acción común, en caso de ser convocados por el Gobierno para discutir la revisión salarial.

«UGT», manifestó el dirigente sindical, «considera que la subida deberá ser automática, negociada con el Gobierno sobre salarios reales, y que deberá afectar no sólo a los convenios, sino también a pensionistas y jubilados.» «En todo caso», añadió, «habrá que hacer una adaptación de los salarios negociados en convenio, según han evolucionado los precios.»

Estatuto de los trabajadores

Por otra parte, Manuel Chaves informó que UGT sigue manteniendo contactos con la CEOE de cara a desarrollar los acuerdos alcanzados entre ambas organizaciones respecto al estatuto de los trabajadores y plasmarlos en enmiendas parciales, que serán presentadas a los grupos parlamentarios.Entre estas enmiendas, pormenorizó Manuel Chaves, existe una, denominada estructural, que contiene la separación del estatuto de los trabajadores de los temas referentes a convenios colectivos, conflictos colectivos y órganos de representación en la empresa. Temas que, a juicio de UGT, deberán discutirse como leyes diferenciadas. En el estatuto sólo deben figurar los derechos individuales de los trabajadores.

La retirada del apartado correspondiente a conflictos colectivos, contenido en el proyecto de estatuto de los trabajadores de UCD, es esencial -según UGT- pues en él se contiene el cierre patronal, que constituye una contradicción dentro de una ley que pretende reconocer los derechos del trabajador.

Por otra parte, existe otra enmienda referente al derecho de negociación colectiva de los funcionarios públicos, al margen de que se negocie un estatuto de la función pública.

En otra de las enmiendas se recogen las condiciones de trabajo, entre las que figuran la jornada laboral de cuarenta horas semanales y treinta días de vacaciones.

En cuanto a seguridad e higiene en el trabajo, se contempla la posible suspensión del trabajo en caso de peligro inminente de accidentes de trabajo. Finalmente, existe otra enmienda referente a las funciones y competencias de los comités de empresa.

Aparte de estas enmiendas, UGT pretende la presentación como tal de los acuerdos suscritos con la CEOE.

Manuel Chaves terminó sus declaraciones señalando que UGT tiene pendiente una entrevista con el ministro de Trabajo, Rafael Calvo, para darle a conocer el contenido de la enmienda estructural.

Posición de CCOO

Frente a esta postura de la UGT, CCOO continúa sin hacer público el tanto por ciento definitivo que defenderá en la revisión salarial. Lo único que se conoce sobre su posible postura, aparte del acuerdo de su secretariado confederal, donde se aludía a una revisión automática que debería situarse en torno al porcentaje en que se incremente el índice de precios al consumo al final del primer semestre, es un artículo de Julio Segura, en Mundo Obrero, donde se afirma que «la forma de cálculo del Gobierno sobre la inflación esperada no mantiene el poder adquisitivo, ya que éste sólo está garantizado por la escala móvil», y la expresada por Nicolás Sartorius, a título personal y a modo de ejemplo, que consistiría en aumentar los salarios, con efectos retroactivos desde el primero de enero de 1979, en la mitad del aumento del coste de la vida enero-junio de 1979.Por su parte, el Gobierno tampoco ha perfilado su posición, aunque el vicepresidente Abril avanzó en recientes declaraciones que el deseo del Gobierno es desvincular del índice de precios repercutible a los salarios el aumento afecto a la elevación de los precios del petróleo, que se estima será de unos dos puntos en este año. Las estimaciones razonables sobre la elevación de precios en lo que queda de año, con el grado de imprecisión que suele tenerse en estos casos, se sitúan en torno al 16% ó 17%. Si de esta cifra descontamos dos puntos de petróleo, queda un 14% ó 15%. La oferta inicial del Gobierno para abordar una revisión salarial automática no puede esperarse que llegue al 3% a partir del primero de julio y es más probable que quede en el 2%.