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La ordenanza contra incendios no obliga a los edificios antiguos

La seguridad de los edificios madrileños en caso de incendios fue el tema central de la rueda de prensa celebrada ayer por el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, y el tercer teniente de alcalde, José Barrionuevo. Este último explicó que el mayor riesgo en caso de incendio es precisamente el de la falta de conocimiento que los usuarios de hoteles y locales comerciales o de espectáculos tienen de la distribución interior del edificio y de la poca preparación psicológica del ciudadano en general para saber comportarse en caso de siniestro.El señor Barrionuevo aludió a la complejidad del tema, puesto que los mismos intereses comerciales se oponen a las medidas de seguridad: así, los hoteleros se resisten a facilitar a sus clientes un folleto con instrucciones a seguir en estos casos (práctica muy extendida en los países anglosajones), para no crear inquietudes indirectas a los huéspedes. En los grandes almacenes, la distribución de anaqueles, colocados de forma asimétrica, impide que haya pasillos por donde los clientes pudieran salir rápidamente.

El señor Barrionuevo anunció que se va a aumentar en un 50% la plantilla de bomberos (véase EL PAÍS de ayer), pero que aun así no se llegará a la cifra, considerada óptima, de un bombero por cada mil habitantes, aunque la diferencia podría paliarse mediante la creación de un cuerpo de bomberos voluntarios, formado por los mismos vecinos, o por bomberos de jornada parcial, modalidades probadas ya con éxito en otros países. Los diferentes métodos para evacuar a personas atrapadas en un edificio en llamas presentan siempre algún inconveniente. El sistema más seguro, dijo, parece ser el enganchar un cable de acero desde el edificio hasta la calle, lo que es relativamente fácil: basta con que previamente todos los inmuebles coloquen puntos de enganche en cada planta.

Respecto a las ordenanzas municipales contra incendios, se informó que, a partir de 1976, fecha de su aprobación, los edificios se construyen con mayores garantías, pero que todos los levantados en años anteriores presentan graves deficiencias, sin que se les pueda obligar legalmente a solventarlas. En el caso de locales de espectáculos, el Ayuntamiento choca con la negativa rotunda de la Junta de Espectáculos.

El señor Barrionuevo se refirió también a que el ciudadano quiere seguridad en diferentes aspectos de su vida cotidiana, y ocurre que unos están en contradicción con otros. Instalar rejas o cerraduras por miedo a los robos suele ser fatal en caso de incendio.

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