Un policía y un presunto delincuente, heridos durante un tiroteo en Usera

Un inspector de policía y un joven de diecisiete años, José María Muñoz, resultaron heridos ayer en un tiroteo entre la policía y tres presuntos delincuentes en el barrio de Usera, en la avenida del Cerro de los Angeles. La espectacular persecución policial tuvo lugar desde una sucursal de la Caja de Ahorros hasta una panadería en la que los sospechosos consiguieron hacerse fuertes durante media hora.

Hacia las nueve y cuarto de la mañana, un coche con tres personas jóvenes dentro se estacionó ante la mencionada sucursal. A los pocos minutos, un coche de la policía llegó junto al de los presuntos delincuentes. No se sabe si los venían persiguiendo o si su presencia se debió a la denuncia de algún vecino o de la Caja de Ahorros, posible objeto de un atraco.Nada más llegar la policía, al dar el alto los funcionarios, los tres jóvenes salieron huyendo del coche y, según testigos presenciales, uno de ellos efectuó un disparo contra uno de los funcionarios de paisano al que hirió en una pierna. Los tres jóvenes iban armados con una escopeta de cañones recortados y dos navajas.

Inmediatamente llegaron varios coches más de la Policía Nacional a la avenida del Cerro de los Angeles. Los tres jóvenes se introdujeron en una panadería-bollería, situada en el número 16, en la que en ese momento no había ningún cliente. El propietario, Basilio López, estaba sentado en la puerta, charlando con un vecino.

Una vez dentro, los tres jóvenes cerraron las puertas y pasaron al interior del despacho, a un servicio. Desde entonces, pasó media hora hasta que la policía -llegaron seis coches- consiguió sacarlos de allí. Todo ello con una gran expectación de curiosos y vecinos del barrio. Uno de los policías de paisano, el inspector que había sido herido en una pierna, dirigió toda la operación. En las puertas de cristal de la panadería podían contarse después once disparos, mientras que el mostrador tenía cuatro agujeros.

Según asegura Europa Press, la policía consiguió convencer a los jovenes para que salieran del local lanzando botes de humo.

Ya cerca de las diez, los tres decidieron rendirse y salir del establecimiento. Parece que uno de ellos todavía opuso resistencia y que la policía le sacó arrastrándole por los pelos.

Al final, cuando ya los tres detenidos iban a entrar en los coches, un reducido grupo de mujeres del barrio insultó e intentó zarandearlos, aunque, finalmente, el incidente no llegó a más.

Según datos policiales, los detenidos, los tres madrileños, son José María Muñoz, de diecisiete años; Rafael Criado Gómez, de diecinueve, y Fernando Palacín Bazán, de veintiuno. La misma fuente asegura que uno de los detenidos parecía estar bajo efectos de algún tipo de estupefaciente, porque tenía una mirada un tanto extraña.