"La libertad, expulsada"

Sin ningún afán-polémico y sin entrar en el fondo de la cuestión, deseo matizar alguna de las afirmaciones expuestas en el editorial «La libertad, expulsada», y de modo especial la alusión a si la secretaría de Estado para la Informac.ión debería o no decir algo sobre este tema.Ocurre, sin embargo, que el ejercicio de la información en este país, y en casi todos los países, está sometido a una serie de reglas. Entre las cuales, por ejemplo, que los coltresponsales extranjeros se acrediten debidamente y expresen su condición de tales. Sin embargo, el súbdito chileno don Tadeusz Gedmiz Malinowsky, además de intentar penetrar en la habitación del señor Cisneros disfrazado de médico, no consta en esta secretaría de Estado como fotógrafo profesional de prensa ni que trabaje tampoco como colaborador, corresponsal o enviado especial de medio informativo alguno, y tengo certeza de que tampoco figura co mo profesional ni es conocido por la Asociación de Corresponsales Extranjeros.

Esta Secretaría de Estado, que respeta como es obvio la aplicación de las leyes, vela y velará siempre por la defensa de la libertad de expresión y la protección de los derechos de los profesionales de la in formación. Pero por querer defen: der a los fotógrafos profesionales no puede ni debe entrar en el caso planteado por el señor Gedmin. Secretario de Estado para la Información