Defensa de los sindicatos

El 7 de junio publicó esta sección una carta firmada por el señor (o herr) Charles F. Grüter, de Benalmádena, que constituye una provocación a todo español medianamente democrático. Dice: «Lo ocurrido es altamente preocupante. No hablo de la muerte del joven anarquista, pero sí de los sindicatos.» Pero para juzgar a éstos hay que hablar de la muerte de Valentín, de la anterior huelga de descargadores de abastos y de sus causas.No, no es preocupante la actuación de los sindicatos, que han condenado esta muerte como vienen condenando todo acto violento, venga de donde venga y se dirija contra quien se dirija. Pero es natural que se expresen de forma más tajante cuando es un sindicalista la víctima y cuando el motivo es la justa defensa de los derechos sindicales. Lo preocupante es, que se eche tierra al asunto, no se inicie expediente esclarecedor y no se exijan responsabilidades.

Para el señor (o herr) Grüter se mató accidentalmente a un anarquista. Para los 300.000 valencianos que fueron al entierro, para muchos que no pudimos ir, para CCOO, UGT, CNT, USO, CSUT y SU cayó muerto un trabajador cuando trataba de defender a su padre. Un trabajador lo es, pertenezca a CNT, a cualquier central o a ninguna.

¿Pretende enfrentar a los síndicatos y a esos trabajadores cuya misión es la defensa del orden público y que no tienen derecho a estar sindicados? Estamos ya acostumbrados a que grupos de extrema derecha traten de sacar partido de los asesinatos cometidos por ETA o GRAPO, pero intentar que la muerte de Valentín revierta contra los sindicatos, la democracía y contra el pueblo español es ya el colmo de la des-facha-tez. Porque acaba diciendo: «... y este pueblo prueba su falta de civismo, su ignorancia de lo que debe ser una democracia ... » Haremos caso omiso de estas personas y, con el más alto grado de civismo, no caeremos en la provocación y seguiremos tratando de caminar hacia la democracia.