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Dos millones y medio de cartas sin repartir en Barcelona

La huelga de los carteros de Barcelona, que ayer cumplió su tercer día, ha comenzado a extenderse a otras capitales, como Madrid, Valencia y León, cuyas plantillas se han solidarizado con sus compañeros sancionados y exigen, asimismo, la ampliación del personal de reparto.

En Barcelona, según informa Enric Canals, fuentes oficiales evaluaban ayer en dos millones y medio las cartas sin repartir a causa del conflicto. Sólo los servicios urgentes y los giros son repartidos con cierta puntualidad, mientras que la actitud de paro de los auxiliares de clasificación y reparto -nombre oficial de los carteros- ha influido también en el envío de cartas al resto de la provincia.El director de Correos y Telecomunicaciones, Enrique Riverola, se desplazó ayer a Barcelona, en donde tuvo una reunión con representantes sindicales y jefes del servicio, estando presentes, asimismo, el jefe provincial, señor Espasa. El director general había aceptado un principio de acuerdo propuesto por UGT para finalizar el conflicto, consistente en un nuevo estudio de las amonestaciones iniciadas a 150 empleados y la revisión de descontar un día de sueldo a los que han participado en el paro. Posteriormente, la asamblea de carteros no aceptaría estas medidas, decidiendo continuar el paro.

Según manifestó ayer el jefe provincial de Correos, de ahora en adelante las medidas a tomar corresponden al director general de Correos, el cual debía informar ayer tarde al Gobierno sobre la situación. La citada fuente no descartaba una posible militarización del servicio.

Los carteros solicitan una adecuación de la plantilla, que a su juicio es la misma que hace cinco años. El conflicto se inició el pasado lunes, cuando en el distrito 32 los carteros se negaron a sustituir a un compañero enfermo, exigiendo de la dirección de Correos que cubra la plaza del enfermo con personal contratado. A la exigencia de los carteros el jefe provincial del servicio contestó señalando la inviabilidad de acceder a esta petición. Para ello argumentaba que los carteros de este barrio, en su inmensa mayoría, finalizan el reparto dos horas antes de cumplida la jornada laboral reglamentaria y que, por consiguiente, en un caso extremo deberían colaborar en el reparto del material no distribuido por el compañero en baja.

A ello han respondido las organizaciones sindicales con afiliados en el servicio de Correos -CCOO, UGT, CNT y CSUT- solicitando del jefe provincial, bajo la acusación de no querer adecuar el servicio y facilitar así la proliferación de empresas privadas de reparto, cuya existencia, según los empleados de Correos, es anticonstitucional debido a que el Estado tiene el monopolio de los servicios de Correos.

En Madrid, durante la mañana de ayer, no se realizó el reparto en tres distritos y las asambleas y ambiente de tensión fue general en el servicio. Miembros de la cartería, en el edificio central del Palacio de Comunicaciones, hicieron velar un carrete a un fotógrafo de EL PAÍS que acudió, debidamente acreditado, a cubrir la información de las asambleas que allí se estaban celebrando. La CSUT intentó en varios momentos generalizar el paro de la cartería madrileña.

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