Nueve familias se encierran en el Ayuntamiento de Pamplona para reclamar viviendas
Las nueve familias que se habían encerrado el pasado jueves en el Ayuntamiento de Pamplona para exigir una vivienda continuaban ayer en el salón de actos de la Casa Consistorial, después de que durante la mañana se hubieran negado a desalojar las dependencias municipales, como les había solicitado el alcalde de la ciudad, Julián Balduz.Los encierros de las nueve familias sin vivienda comenzaron el pasado martes, cuando irrumpieron en el palacio de la Diputación Foral de Navarra y acamparon en los jardines, a la espera de que la Corporación les facilitara pisos para poder vivir. A pesar de las gestiones realizadas por el diputado foral Jesús Bueno, la Diputación comunicó a los encerrados que el tema no era de su competencia, si bien ponía a su disposición parte de uno de los edificios del Hospital de Navarra hasta que se encontrara una solución definitiva. Sin embargo, las nueve familias no aceptaron la proposición y tuvieron que ser desalojadas el pasado miércoles por efectivos de la Policía Foral.
En la mañana del jueves último, las nueve familias decidieron encerrarse de nuevo en uno de los salones del segundo piso del Ayuntamiento de Pamplona, e instaron a la Corporación municipal a que solucionara su problema. Después de permanecer durante dos días encerrados, en la mañana de ayer, el alcalde de la ciudad, el socialista Julián Balduz, pidió a las nueve familias que desalojaran el salón, ya que de lo contrario se vería obligado a llamar a la Policía Nacional. A media mañana, efectivos policiales se presentaron en el Ayuntamiento, sin que pudieran conseguir el desalojo, ya que la puerta del salón se encuentra cerrada y atrancada con muebles. En esta situación, el oficial de la policía solicitó del alcalde una autorización por escrito para actuar dentro del Ayuntamiento. A pesar de obtener la autorización de Balduz, la Policía Nacional, a la hora de cerrar esta edición, no había intervenido en el edificio consistorial.
Por su parte, los encerrados, que han colocado una pancarta en la fachada del Ayuntamiento en la que exigen viviendas, han indicado que no están dispuestos a deponer su actitud, ya que, en su opinión, existen en Pamplona unos 3.000 pisos deshabitados, mientras varias familias duermen diariamente al aire libre o viven en condiciones infrahumanas.
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