El "Circo" se pone de nuevo en marcha

El Gran Premio de Francia de Fórmula 1, que se disputa este próximo fin de semana en el circuito de Dijon, vuelve a poner en marcha un Circo que se había detenido un mes por la suspensión de la prueba de Suecia. La presencia de Jacky Ickx como piloto del equipo Ligier, y la retirada definitiva de James Hunt, cuyo puesto será cubierto por el finlandés Keke Rossberg, serán las notas más destacadas.

Con esta son tres las veces en las que el Gran Premio de Francia se disputa en el circuito de Dijon. En las dos ocasiones anteriores, 1974 y 1977, la victoria recayó en el equipo Lotus. La primera vez, el vencedor fue el malogrado piloto sueco Ronnie Peterson, fallecido posteriormente, tras su espectacular accidente en el circuito de Monza, en el Gran Premio de Italia, hace poco menos de un año. Entonces, el modelo de Lotus era el 72.Tres años más tarde, el italo-norteamericano Mario Andretti impuso el Lotus 78, aunque su victoria fue muy afortunada. El irlandés John Watson, entonces piloto de Brabham, se quedó sin gasolina en la última vuelta, circunstancia que aprovechó Andretti para entrar como inesperado vencedor. Era el comienzo de la era wing-car (coches de efecto-suelo, o de ala invertida, que se han impuesto ya en la temporada actual) y, pese a su victoria, Andretti no pudo impedir que ese año fuera Lauda el que conquistara el título mundial.

Sin embargo, Andretti se permitió establecer un nuevo récord del circuito, dejando el tiempo de la vuelta más rápida en 1-12-21. Ese registro será considerablemente rebajado esta temporada. La proliferación de la técnica wing-car y el tremendo desarrollo experimentado por los neumáticos -sobre todo con la lucha entre Good-year y Michelin-, han permitido que los monoplaza de fórmula 1 alcancen ahora velocidades más altas, tengan mayores aceleraciones y mucha más estabilidad en las curvas, pese a que negocien éstas más y más rápido.

De ahí que todo parezca indicar que los tiempos de clasificación para la parrilla de salida de este año serán de cuatro segundos menos que el récord, en poder de Andretti.

Al mismo tiempo, tampoco parece muy probable que sea el norteamericano o su compañero de equipo, Reutemann, quien consiga el triunfo. Pese a que en una carrera de este tipo pueden suceder muchas cosas -¿quién podría pensar hace dos años, a una vuelta del final, que no sería Watson el vencedor, sino Andretti?, el equipo Lotus parece atravesar por un bache importante. La técnica introducida por Colin Chapman, pionero en esta y en muchas otras cosas, ha sido superada por marcas rivales, como Ligier, Ferrari y Williams, que son actualmente las más firmes aspirantes a la victoria.

La presencia del belga Ickx en el equipo Ligier tiene un objetivo muy claro: su misión será la de tratar de cubrir las espaldas al primer piloto del equipo, el francés Laffite, y que el Ferrari de Jody Scheckter sume los menos puntos posibles. Pese a que la calidad del belga es indiscutible, el lógico período de adaptación a este coche puede estropear los planes de la escudería francesa. Eso, siempre y cuando Laffite vaya en cabeza y Scheckter más atrás, lo que no es seguro.

Si Laffite lograse su objetivo de ganar el Gran Premio de Francia, sería el primer francés que lo consiguiese en las veintinueve ediciones en las que se ha celebrado esta carrera. Pero la oposición de los dos Ferrari, de Scheckter y Villeneuve, y la de los nuevos Williams, con Jones y Regazzoni al volante, que se han mostrado especialmente competitivos en las últimas pruebas, pondrán las cosas muy dificiles al equipo francés.

La clasificación, después de la primera mitad del Campeonato del Mundo, está así: Jody Scheckter, treinta puntos; Jacques Laffite, veinticuatro; Gilles Villeneuve, veinte; Patrick Depailler y Carlos Reutemann, asimismo, con veinte puntos.