Balones fuera

El subsecretario de Cultura, señor Cosculluela, es un hábil stopper, que es como llaman ahora al viejo defensa central, o sea, al antiguo medio centro. Cuando antes a un señor le situaba Matías Prats en la posición teórica del antiguo medio centro, teníamos la sensación de que, al modo de Varela, le podía marcar incluso a Ramallets un gol desde cuarenta metros. Cuando ahora el stopper se pone en su sitio, lo más que puede ocurrir con el balón es que vaya a parar a la tribuna. Al antiguo medio centro lo que le interesa es despejar y quitarse de delante las complicaciones. Otra cosa es el líbero, a quien se le permiten hacer las cosas finamente.El subsecretario de Cultura salió a defenderse, como está mandado, cuando el que ataca es el equipo contrario, en la cancha del Senado, y los españoles de a pie -socios paganos- seguiremos sin saber qué es lo que va a hacer el Gobierno con los dineros del Mundial-82.

Si la organización del campeonato salió de las pecadoras manos de la Federación fue para que tuviera una estructura más seria. Y para que, entre otras cosas, se explicara al personal qué se iba a hacer con las perras. Pero seguimos donde estábamos. Y hay que anunciar, por medio de bandos públicos. cuánto va a costar la infraestructura de televisión, de la cual ya sabemos que se ocupará de iluminar todas las sombras actuales, qué créditos van a disponer, a quiénes se van a dar y cómo se van a devolver -lo que se devuelva-, qué carreteras van a facilitar los transportes y qué nuevos aeropuertos -si los hay- van a ser construidos. El comité debe empezar a explicarse.