"La falta de inversión tiende a cambiar el modelo de sociedad"
El Banco de Madrid celebró ayer su junta general ordinaria, presidida por primera vez por Claudio Boada, hasta ahora vicepresidente de la entidad y que ha sustituido al frente de la misma a Jaime Castell. En el grupo Banco de Madrid se integra también el Catalán de Desarrollo (Cadesbank) y un grupo de sociedades industriales en las que éste posee participación mayoritaria. Desde el pasado año participa en Banco de Madrid el primer banco comercial español, Banesto, que suscribió un acuerdo de intercambio de acciones a partir del cual posee un paquete que representa el 17,5 % del capital social.Insistentes rumores, extendidos en medios financieros durante la última semana, apuntan la posibilidad de que el señor Castell, propietario de un paquete importante de acciones del Madrid, pudiera estar negociando la venta de su participación, o al menos de la mavor parte de ella. Algunos medios incluso han asegurado que la operación ya se había producido.
El recién concluido edificio del paseo de la Castellana, de Madrid, destinado a albergar la sede central del Banco de Madrid, fue vendido el pasado jueves a la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares (Caixa) por un importe de casi 3.000 millones de pesetas. El edificio tiene una superficie construida de casi 22.000 metros cuadrados sobre rasante y 6.000 de aparcamientos. Claudio Boada señaló respecto a esta operación que «los bancos necesitan dinero y no piedras», y mostró su satisfacción por que se tratara del primer acto importante de su presidencia.
El Madrid concluyó 1978 con una cifra de recursos ajenos de 73.159 millones de pesetas, con un aumento del 14,83% con respecto al año precedente. El beneficio obtenido por el banco fue de 740 millones de pesetas, de los que 477 se destinarán a dividendo a las accionistas (4.200 millones de capital) y el resto a provisión de impuesto de sociedades. El beneficio obtenido en 1977 fue de 699 millones de pesetas antes de impuestos. Según directivos de la entidad, el coste medio de los depósitos se sitúa en torno al 8%, y los costes de transformación, en el 4,5 %.
En su intervención ante la junta general, el señor Boada señaló que «queda perfectamente demostrado que cuando flaquea la confianza empresarial se reducen o anulan los beneficios, la conflictividad laboral es excesiva y el dinero no es asequible o excesivamente caro; la empresa se siente incapaz de continuar invirtiendo. Hay que evitar por todos los medios que ello continúe, ya que la falta de inversión a lo largo de años tiende a cambiar el modelo de sociedad». Poco después, aludiendo a las relaciones laborales, dijo que «en el matrimonio y para casos de emergencia justificada existe el Tribunal de la Santa Rota, que deshace el vínculo. En la industria no existe nada similar. Esto evoluciona en todos los países, y lo mismo debe ocurrir en el nuestro en la empresa».
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