Enrique Tierno: "Frente al capitalismo, la única alternativa es el marxismo"
«La alternativa de que disponemos frente al capitalismo es el marxismo», afirmó anoche Enrique Tierno Galván durante su intervención en el debate interno de la Federación Socialista Madrileña. El viejo profesor, que reconoció el carácter insustituible de Felipe González al frente del partido, achacó dicha circunstancia a que el partido no ha promocionado a ninguna otra personalidad durante estos años; consideró la excesiva profesionalización de los cuadros del PSOE como «un peligro de conservadurismo»; y se manifestó contrario a la posibilidad de un Gobierno de coalición, idea que -dijo- también comparte Felipe González.
Enrique Tierno comenzó diciendo que los partidos socialistas europeos han cometido errores muy graves, derivados de que todos se han planteado ser una alternativa de Gobierno y no una alternativa al sistema, lo cual lleva a un empobrecimiento de la vida de los partidos y un escape hacia otro tilo de temas.Se preguntó a continuación si constituirse en alternativa al sistema excluye la posibilidad de participar en el Gobierno, contestándose a sí mismo que no debe darse tal exclusión, pero sin olvidar que la alternativa al capitalismo es el marxismo. Tras declararse marxista, dijo que «el socialismo tiene que ser marxista», y a continuación entró en una exposición de cierta amplitud en torno a lo que es el marxismo, aunque advierte que «dada la carencia de formación en el partido», se veía obligado a simplificar al máximo los conceptos.
En el curso de esta exposición teórica aseguró, entre otras cosas, que el marxismo tiene distintas condiciones y consecuencias, según donde se aplica, pero en todos los análisis marxistas subyace la misma utopía.
Refiriéndose concretamente a España, afirmó que el problema consiste en saber qué queda hoy del mensaje de Pablo Iglesias, dadas las diferencias entre nuestra sociedad y la que él vivió. «Y si es verdad que no hay que olvidar el motor utópico que nos mueve, debemos adecuar el mensaje a la sociedad actual, y no perder la estrategia final ni desatender la táctica cotidiana.»
Delicado momento
En este sentido, se refirió al delicado momento en que se ha planteado la discusión interna del partido, y aludió a diversos factores que han contribuido a alimentar la crisis. Citó, en primer lugar, lo sucedido durante los cuarenta años de la dictadura, en que no pudo desarrollarse una estrategia y una táctica adecuadas; criticó un cierto conservadurismo en los cuadros del partido, que han tomado su actividad desde un punto de vista profesional y afirmó la necesidad de volver a resaltar los ideales, ya que los partidos que abandonan la alternativa al sistema propician clientelas sin capacidad de entusiasmo.Igualmente, criticó la «falta de comunicación e información interna», así como el no excesivo celo puesto en explicar a los militantes el porqué de algunas de las decisiones tomadas. «Hay además una abundancia de militantes y cuadros que no asocian su conducta personal con las ideas que profesan, faltando formación y crítica socialista, y confundiéndose la crítica con la ausencia de disciplina. »
«En cualquier caso», continuó, «hay que evitar una escisión en el partido, que sería el mejor servicio a los que esperan convertirnos en dóciles siervos de la derecha. »
De cara a la solución de la crisis interna del PSOE, el viejo profesor recomendó que el debate deje de ser una querella interna y se convierta en una exposición «de cómo formular algo en lo que todos estamos de acuerdo».
Se pronunció por una ejecutiva de síntesis o mixta -que no tiene por qué ser homogénea- y reunir la cualidad de independiente respecto a la posible presión de medios exteriores al partido, y tiene que haber expresión de distintas tendencias internas, sin incluir a las más extremistas.
Felipe y Guerra
«En este momento, Felipe González aparece como un hombre insustituible», constató Enrique Tierno, si bien achacó tal circunstancia al error de no haber sabido crear otras personalidades políticas.Por lo que se refiere a la organización interna aseguró que se han cometido «graves errores», el principal de ellos por haber sumado a las tareas complejas de la organización las de importantes responsabilidades políticas (evidente alusión a las tareas de Alfonso Guerra). Según Tierno, esto ha creado una distorsión del poder, lo cual constituye un peligro para el propio partido.
Terminó su conferencia con la afirmación de que el partido debe definirse como «socialista, que asume la teoría y la doctrina marxista en este momento y sin ingredientes metafísicos ni dogmáticos».
Contra lo acostumbrado en este tipo de actos, no hubo coloquio posterior, ya que Enrique Tierno había advertido al comienzo del acto que, en su calidad de alcalde de Madrid, debía acudir al aeropuerto de Barajas a una hora precisa para recibir a los Reyes de España, y terminó su exposición sin tiempo ya para abrir el coloquio.
Esta tarde intervendrá en el debate Javier Solana, ex secretario de información del PSOE y actual vicepresidente del Grupo parlamentario Socialista.
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