Denuncia ante la OIT por el trato de Francia a los inmigrantes
Los dirigentes de las principales organizaciones sindicales de trece países que tienen en Francia fuertes contingentes de trabajadores inmigrantes- España, Argelia, Grecia, Alto-Volta, Italia, Malí, Marruecos, Mauritania, Portugal, Senegal y Turquía, más los dirigentes de las propias centrales sindicales de Francia, entregaron al director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Francis Blanchard, una enérgica nota de protesta en contra del Gobierno francés «por el mal trato que se viene dando a los emigrantes». Conjuntamente se denuncian los últimos proyectos presentados al Parlamento francés por el Gobierno, que prácticamente dejan a esos trabajadores al «arbitrio de las decisiones policiales para los efectos de su expulsión ».Las veintitrés centrales sindicales de los trece países mencionados, más la Confederación Internacional de Sindicatos Arabes y la Organización de la Unidad Sindical Africana, estudian estos días un proyecto de resolución condenando al Gobierno francés, en el marco de la LXV Conferencia Internacional del Trabajo.
Las centrales sindicales se oponen a toda medida que altere los acuerdos bilaterales suscritos por Francia en materia de trabajadores inmigrantes, que disminuyan tanto los derechos administrativos como los laborales de dichos trabajadores, incluida la práctica de la expulsión masiva o el «chantage» de la no renovación del derecho de residencia en calidad de trabajador inmigrante, lo que produce en nuestros compatriotas -señalan-, inestabilidad e inquietud.
En el documento entregado a Blanchard las centrales sindicales recuerdan al director de la OIT la contribución que los trabajadores inmigrantes han prestado al desarrollo económico de los países de Europa occidental, especialmente en el curso de los últimos treinta años, «a pesar de las condiciones mediocres que han soportado». Ahora que los países están en situación de crisis económica -afírman- las primeras víctimas son los mismos trabajadores que contribuyeron al progreso.
Esta es la primera vez en la historia de la OIT que un grupo tan numeroso e importante de centrales sindicales plantea este problema al organismo.
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