Strauss, verdadero triunfador de las elecciones en la RFA

Mientras la prensa alemana de mayor prestigio ve en Franz Josef Strauss, líder del Partido Cristianosocial bávaro (CSU), el verdadero triunfador de las elecciones europeas, el propio vencedor se ocupa en desarrollar vertiginosamente una campaña en su provecho, que comenzó al día siguiente de ser elegido presidente de la República Federal de Alemania su buen amigo Karl Carstens.Entonces, Strauss anunció su presentación como candidato del CSU para la cancillería en las elecciones generales alemanas del próximo año. Un día después de las elecciones europeas, en las que el líder bávaro consiguió más de un 10% sobre el promedio del otro componente de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Strauss ha puesto en marcha dos elementos de gran impacto: una entrevista en un lugar secreto con su oponente de la propia Unión Cristianodemócrata, Ernst Albrecht, y una invitación, con aire de ultimátum, a los liberales para que formen alianza con los conservadores y abandonen su coalición con los socialdemócratas.

Strauss incluso ha condicionado su presentación a que los liberales opten por este cambio de alianza. Si los liberales persisten en su orientación actual -y ya lo ha confirmado el partido de Hans Dietrich Genscher-, Strauss insistiría en su candidatura. La segunda parte de este juego es la de convencer a Albrecht de que se retire ante la fuerza de choque del bávaro. Ernst Albrecht, de 48 años, veintiséis menos que Strauss, es un político aún muy verde, a pesar del éxito que representó para él, al comienzo de la primavera, impedir los planes del Gobierno federal sobre la construcción de una central de reprocesamiento nuclear en Gorleben.

Al final de la primera entrevista Albrecht-Strauss trascendió que podría haber acuerdo, pero no se ha insinuado en qué sentido. Lo que parece cierto es que, por ahora, el político bávaro persiste en su decisión de convertirse en el futuro canciller de la República Federal de Alemania. En el nuevo Parlamento Europeo Strauss contará con ocho escaños, el doble de los que corresponderán a los liberales alemanes, y esto, unido al 60% largo de votos reunidos el pasado domingo en Baviera, hace de Strauss un hombre seguro de su futuro.