Contra el terrorismo
Viendo los «festejos» que se están organizando para capitalizar la situación terrorista, me viene a la memoria ese rótulo tan conocido que dice: «Prohibido fijar carteles; responsable, la empresa anunciadora.»Aunque sea una solución simplista y propia de tertulia de café, ahí va la mía: Cada vez que explosione una bomba, responsabilicemos de ello a aquellos a quienes beneficia. En este caso, a la extrema derecha (sin excluir a sus correligionarios de la extrema izquierda), a aquellos a los que de verdad perjudica la transición de la dictadura a la democracia. Al fin y al cabo, los diecisiete muertos del fin de semana les importan muy poco: están dispuestos a que muera otro millón, si es necesario, para salirse con la suya.
Con «la suya», lógicamente, me refiero a esa opción que tan poquitos votos ha conseguido en las últimas elecciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.