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Alfonso Escámez pide que se preserve el crédito interior y la exportación

Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, mantuvo ayer en su discurso ante la junta general de accionistas del banco una postura prudente a la hora de enjuiciar la política económica del Gobierno. El señor Escámez, sin duda una de las voces más importantes de la banca y del empresariado, habló ayer ante los accionistas durante una hora, en la que analizó los resultados y la política del banco y apenas se refirió a la situación económica general.

Unicamente en los momentos finales de su intervención señaló: «Las autoridades deben convencerse de que la lucha contra la inflación no depende en exclusiva de los instrumentos de política monetaria, ni mucho menos del de control del crédito privado. Han de marcarse índices concretos, líneas claras que respetaremos e intentaremos cumplir a ultranza, pero que no creo que pueda actuarse otra vez restringiendo el crédito privado de forma drástica.» Y prosiguió: «Al sector exportador, que ha hecho un esfuerzo realmente increíble para abrir nuevos mercados en los últimos meses, conviene tratarle con cuidado en las decisiones económicas que se adopten. Sería lamentable que se perdiera esa labor por atender ajustes coyunturales de la política monetaria.» Y concluyó: «La expansión del sector público distorsiona la política monetaria, y sobre éste hay que actuar. Hace falta imaginación y decisiones para ajustar el sector público a índices tolerables, que no distorsionen todo el proceso económico.» Insistió en ese momento en la tradicional tesis del banco de reiterar la necesidad de «la inversión selectiva y creativa».

Banca y empresa

Con respecto a la política tradicional del banco, el señor Escámez se detuvo especialmente en el tema de los costes del dinero y en el criterio habitual del Central de mantener unos precios moderados. Dijo que el rendimiento de la inversión bancaria del Central (créditos y descuento) se cifra en el 12,36%, frente a un 14,20% del resto de la banca. El presidente del Central dijo que «defender al empresario es defender a la banca, su legitimidad, función en el mercado y su contribuyen al desarrollo».

La dimensión internacional, habitual en los informes del señor Escámez, ocupó también una parte de su intervención. En esta ocasión, el énfasis se puso en la dimensión latinoamericana más que en la europea. Destacó la importancia de los bancos Central y de Economías de Puerto Rico y Popular Argentino (disponen, respectivamente. de 25.000 y 10.000 millones de pesetas de recursos totales), que controla mayoritaria mente el Central.

Intervención de accionistas

En el capítulo de ruegos y preguntas intervinieron al unos habituales para reclamar el aumento del dividendo, la derogación de las limitaciones al reparto de los mismos y tema novedoso, un vaso de agua a disposición de las personas que intervienen en la asamblea (aplausos). En el turno de preguntas se plantearon los temas del fraude del señor Baret, la financiación a los partidos políticos y la situación laboral del banco.

Sobre el tema Baret, el señor Escámez dijo que se trataba de una estafa en la que estaba implicado un empleado del banco que carecía de cualquier poder, y que había implicado al banco. La estafa se descubrió por un cliente del banco que consultó en la oficina central la ortodoxia de un depósito a plazo realizado en Barcelona. El certificado de depósito, al Igual que otros, se había realizado, dijo el señor Escámez, fuera del banco, de horas de oficina y con falsificación de firmas. El asunto está pendiente de actuaciones judiciales y policiales.

Acerca de la financiación de partidos, el presidente del Central dijo que, efectivamente, se habían facilitado créditos, no muy importantes, a partidos políticos. No precisó cuáles, por considerarlo secreto profesional.

Al malestar laboral en el banco, que fue planteado por un empleado accionista, el señor Escámez dijo que desconocía su existencia y que los cauces adecuados para su tratamiento están abiertos dentro de la entidad. Señaló que hay problemas para encontrar personas que quieran asumir responsabilidades de jefatura o apoderamiento, y sobran candidatos para puestos de empleados.

Resultados

Los resultados del pasado ejercicio aprobados por la junta se resumen en el cuadro adjunto. En el año 1978 se consumó la operación de fusión por absorción del Banco Ibérico, y se procedió a una ampliación de una acción nueva por cada cinco antiguas. Los recursos propios del Central al cerrar el ejercicio sumaban 58.363 millones de pesetas (26.343 millones en capital, y el resto en reservas). Los recursos ajenos, incluidas divisas, ascendían a 681.121 millones de pesetas.

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