Gómez Llorente: "No he encabezado ninguna candidatura a la ejecutiva"
El secretario del Grupo parlamentario Socialista, Gregorio Peces-Barba, confirmó ayer la existencia de una carta del hasta ahora vicepresidente segundo del Congreso de los Diputados, Luis Gómez Llorente, en la que éste comunica su decisión de dimitir de dicho cargo. La comisión permanente de dicho grupo se reunirá el martes para estudiar el tema. El señor Gómez Llorente estuvo ayer en Asturias, con motivo de una reunión de parlamentarios de la región, y fue entrevistado por nuestro corresponsal José Manuel Vaquero.
El diputado socialista por Asturias Luis Gómez Llorente justificó ayer, en declaraciones hechas a EL PAÍS en Oviedo, su renuncia a la vicepresidencia del Congreso, en su intención de dedicarse intensamente al proceso de clarificación y reflexión abierto hasta la celebración del congreso extraordinario del PSOE, en el cese como dirigente de la organización, que, en su opinión, debe llevar aparejada la pérdida de protagonismo en los Duestos de relevancia parlamentaria, y en su deseo de dedicar más tiempo a esta región, por la que fue elegido diputado. La renuncia solamente será presentada ante el presidente del Congreso si los demás grupos parlamentarios mantienen su compromiso de caballeros y se abstienen en la votación del cargo de vicepresidente segundo de la Cámara.Gómez Llorente, que se encuentra molesto por las informa ciones de prensa que le atribuyen un importante protagonismo en una supuesta conspiración contra el ex primer secretario, manifestó que lo ideal sería que Felipe González volviera al frente del partido con una fórmula de entendimiento entre todos, y desmintió categóricamerite haber encabeza do una candidatura a la comisión ejecutiva, «porque», dijo, «jamás he aspirado a la secretaría general. He sido un vice en todas partes : y puedo asegurar que no tengo aspiraciones de ese tipo. Es irritante», agregó. «que la prensa se haya referido ya a una candidatura para el próximo congreso, en la que vamos Francisco Bustelo, Castellano y yo; cuando es absolutamente incierto. Lo primero que hay que hacer es estudiar si hay líneas distintas en el partido o sí pueden converger los matices. Lo ideal es que la ponencía política sea aprobada en el congreso extraordinario por unanimidad o por la inmensa mayoría. Una vez definida la ponencia, habrá que pensar en los equipos que crean en esa línea y que sean capaces de ponerla en pie. Hablar de nombres hasta ese momento me parece poco serio».
Gómez Llorente situó su posición en el socialismo de inspiración marxista, coincidente con la trayectoria clásica del PSOE. «Yo estuve siempre detrás de eso», afirmó, «y por ese motivo he aceptado la resolución del congreso. Pero Felipe González se mostró en desacuerdo, sin explicar dónde están sus razones. Por eso, ahora yo digo: usted tiene la palabra. Afirman que las diferencias son de matices, pero cuando se armó este lío quizá sea porque detrás hay algo importante». El criterio expuesto por Felipe González en la rueda de prensa de Gijón, según el cual la permanencia del término marxismo en la definición del PSOE convierte en restrictivo al partido, es replicada por el diputado socialista diciendo que él también está de acuerdo en la necesidad de aumentar el número de afiliados y de votos, pero que las diferencias pueden estar en la conveniencia del camino a elegir. «Debemos conseguir que los trabajadores de los distintos estratos se sientan trabajadores. Tenemos que abrir el partido a todas las profesiones, pero no sería acertado hacer afiliados entre los ingenieros hablándoles en términos pequeño-burgueses, sino atrayéndolos a lo que decimos los socialistas. Quizá convenga cambiar el lenguaje para conseguir la expansión del partido, pero no las ideas.»Gómez Llorente califica de «insólita» la actitud de los delegados que en el congreso aclamaron una línea política y a Felipe González, que abandonó la dirección del partido por estar en desacuerdo con ella. «La explicación está en que querían ver esa línea política ejecutada por Felipe González.» Confirmó haber pactado con Alfonso Guerra la propuesta de ponencia de Sevilla, aceptada de mala gana por Felipe González y rechazada por Francisco Bustelo. «Porque, una vez más, hice en el partido el papel de bisagra; lo que ocurre es que, cuando ésta se rompe, yo sé muy bien dónde tengo que estar. Cuando comprendí que las posturas no se acercaban y que Felipe González mantenía firme su criterio de no presentarse a la elección, participé en la mañana del domingo en el intento de formar una candidatura, pero pronto me di cuenta de que Alfonso Guerra había dado la consigna de abstención a un importante sector de los delegados y desde ese momento me mostré favorable a la comisión gestora, porque si me parecía malo crear un vacío, consideré más grave la elección de una ejecutiva con el rechazo y la hostilidad de parte de los delegados. Es cierto que en ese Intento participamos Tierno Galván, Francisco Bustelo y yo, pero a partir de ese momento yo he defendido siempre la gestora como salida. »
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