Un país multinacional

El deseo de ser reconocidos como latinos es el propósito de todos los habitantes de la República Socialista de Rumania, que tienen muy a gala ser de los primeros pueblos (el dacio) que hizo frente a la colonización romana de nuestro compatriota Trajano.Con 237.000 kilómetros cuadrados de superficie, Rumania consiguió después de la segunda gran guerra frenar la inmigración interna con medidas de reestructuración y planificación regional, llegando a conseguir la casi equiparación entre la población urbana (43%) y rural (56%).

Crisol de Occidente y Oriente, se dan diferentes nacionalidades en su seno: rumanos, húngaros, alemanes, eslavos, zíngaros y turcos, que se diseminan por 39 departamentos, con un total de poco más de veintiún millones de habitantes, de los cuales ocho son húngaros establecidos en la Transilvania.

Rumania, como Estado independiente, surge en 1877, y años más tarde, por el tratado de Berlín, se establece la monarquía. En 1818, Transilvania, Bucovina y Sanato se integran en la unión nacional.

En 1938, el país cae bajo la influencia alemana nazi, apoyada por los legionarios fascistas de Antonescu. Con la firma de los primeros armisticios, Rumania devolvió a la Unión Soviética la Besarabia en 1944, causa aún de conflicto. Al finalizar la guerra, la URSS ocupaba Rumania, y en 1947, la Asamblea Nacional, dominada por comunistas, establece la República Popular. Un año después se establece una nueva Constitución, de tipo estalinista.

La renta per capita es de 1.450 dólares. Importante productor de petróleo y gas. Con la instalación del poder socialista se ha desarrollado de manera especial la industria siderúrgica del hierro y el acero y los derivados de la química.