El Papa omitió alusiones politicas ante la Conferencia Episcopal italiana

Se celebra en Roma la XVI Asamblea General del Episcopado italiano. Es la primera vez que los trescientos obispos se reúnen después de más,de quinientos años sin que el Papa sea uno de ellos.

Por eso existía, y no sólo en los ambientes religiosos, mucho interés por este pequeño concilio de la Iglesia italiana, que además se reúne en vísperas de unas elecciones políticas. ¿Lanzarán -como en otras ocasiones semejantes- una llamada a los católicos para que no voten a los partidos de izquierda, o indirectamente para que voten a la Democracia Cristiana?Estas dudas quedaron parcialmente despejadas ayer: el Papa concelebró una misa solemne con todo el episcopado italiano en la capilla Sixtina. En su homilía Juan Pablo II se mantuvo en una línea pastoral sin ningun a alusión a la política. Exhortó a los obispos a trabajar para que la Iglesia crezca en estos tiempos difíciles y en medio de tintas contrariedades y amenazas. Según el Papa, los obispos italianos deberán promover con este fin una.gran movilización de las fuerzas apostólicas, sobre todo, de las parroquias, de la familia, de las asociaciones católicas y de los grupos juveniles.

Pidió también el Papa que se incremente de modo especial la vida religiosa y espiritual de la ciudad de Roma, «sagrada y privilegiada como lo es toda Italia, por ser centro de la Iglesia católica». Ante el cuadro pesimista presentado por los obispos de la grave situación de las vocaciones sacerdotales, el Papa recordó a los.obispos que «deben tener confianza en Cristo, que acabó venciendo por medio de la Cruz».

Con un Papa no italiano, la Conferencia Episcopal de este país podría recuperar su,autonomía perdida, aunque son muchos los observadores que piensan que, aunque el Papa no sea un italiano, en realidad los obispos italianos difícilmente darán un paso sin contar antes con el beneplácito del Vaticano.

Por ahora, en el discurso de apertura el presidente de la Conferencia, cardenal Pomá, arzobispo de Bolonia, la región más roja de Italia no ha hecho la más pequeña alusión al problema político y se ha mantenido dentro de un ámbito estrictamente eclesial. Pero hay quien piensa que será dificil que termine la asamblea sin que los obispos toquen -directa o indirectamente- el tema, sobre todo por lo que se refiere a los católicos presentes en las listas de izquierda.

Según las indicaciones del Papa, los obispos han exhortado más a la unidad eclesial de la Iglesia oficial y la Iglesia carismática que a la condena.